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Actualizado: 26 de julio de 2025


Al estudio de Shakespeare debemos casi todo lo más valioso que ha producido la musa dramática alemana, y el conocimiento más profundo de los españoles podría sugerirnos también, por igual motivo, inspiraciones más fecundas, y acaso dar principio á una nueva era del teatro alemán.

La musa de lord Byron ambiciona la gloria de inspirarnos simpatia con una clase de personas con las cuales nos avergonzariamos de reconocernos la menor conformidad de sentimientos.

Dirigióse, pues, con este propósito á un amigo, que también lo era del temible zapatero; hizo que lo presentara á éste, formulando su pretensión con voz temblorosa, puesto que aquella comedia era las primicias de su musa, y de su éxito dependía su fama futura y la consideración que esperaba ganar entre sus conciudadanos.

Su musa se distingue de los contemporáneos por la franqueza varonil de sus movimientos, y por cierto temple de voz marcial que nos recuerda la entonacion robusta de Calímaco y Tirteo. Se ocupa actualmente de trabajos históricos que le granjearán, sin duda, nuevos lauros

.........aunque su musa en verso canta, Escribe la verdad de lo que ha oido Y visto por sus ojos y servido.

Probólo así en la comedia Aben Humeya, comedia histórica, basada en la sublevación de los moriscos de las Alpujarras, escrita primero en francés para el teatro de la Porte de Saint Martín, y vertida luego al castellano: prescíndese ya en ella por completo de la insoportable é indigna afectación de esas teorías antipoéticas; la fábula camina con libertad y sin estorbo, y su dicción, enérgica y llena de imágenes, demuestra que el poeta ha seguido los impulsos de su corazón y de su musa, aprovechando también las memorias de su juventud en la encantadora Granada para dar al conjunto, favoreciéndolo, cierto colorido local.

Necesito razonar, meditar y combatir; algunas veces llorar, pues quién mucho quiere amar mucho tiene que sufrir. Huyeron los días de calma, días de alegres amores, en que bastaban las flores para consolar al alma de sus penas y dolores. Van huyendo, poco a poco, cuantos amé, de mi lado; aquél muerto, éste casado, porque sella cuanto toco con la desventura el hado. ¡Huye también, musa! ¡Vete!

La construcción de los teatros de la Cruz y del Príncipe, que, después de haber sufrido diversas modificaciones, dura todavía, y que ha visto representar en sus tablas lo más notable, que ha producido la musa española, merece ser conocida. Haremos, pues, la descripción de aquella parte, destinada á los espectadores, y más adelante, cuando llegue la ocasión oportuna, trataremos de las restantes .

En vano aplico el oido: Enmudece la memoria, Y á mis cánticos de gloria No responde el porvenir; Que al descender al abismo La corteza de mi alma, No se verá ni una palma Sobre la frente lucir! Oh musa, vuelve otra vez A tu celeste morada, Que el abismo de la nada Pronto me va á devorar; Pero antes, rompe las flechas De mi carcax no vacio: Mi brazo perdió su brio, Y el arco se va á quebrar!

No había una flor en toda la inmensidad de la cuesta; mi fatiga siempre grande, mi carga siempre molesta, y los labios de mi musa no me daban la respuesta... Y mientras yo meditaba sobre la virgen cuartilla, penetró por mi ventana un ave de pesadilla; yo pedí que me cantara un canto de maravilla, y el ave mató la luz de la candela amarilla. Quedó sin nada en la mesa la cuartilla inmaculada.

Palabra del Dia

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