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Actualizado: 15 de mayo de 2025


Basta, tengo bastante; lo agradezco muchísimo; aprovecharé algo, si señor; ¡vaya si aprovecharé! Pepe casi no le oía. ¿Se perdería su astucia? ¿No aparecería Paz por allí?

Llámeme nervioso, chiquillón y visionario, como me lo llamó usted en la botica por muchísimo menos de lo que ahora sabe... Este clavo podrá arrancarse mañana u otro día, o me iré acostumbrando a él; pero, hoy por hoy, se le regalo al hombre más duro de entrañas; y a ver cómo se las arregla con la herida.

Estas 24 horas tuvimos muchísimo viento del N al O, un cuarto al SE, con el tiempo por la mayor parte nublado y la mar muy alta: rumbo corregido, S 10 grados al O: distancia 120 millas: distancia meridional, 80 millas al E: longitud echo un grado 42 minutos al E: altura por observacion, 40 grados y 50 minutos al S.

No, no contaba él así; no se representaba las cantidades fijas, ni menos la suma de todas; él recordaba que primero había prestado lo que no tenía; después muchísimo más, y, por último, que había cometido el gran sacrilegio de profanar una cantidad sagrada, producto del secreto del confesonario, empleándola en un corsé regente, en unos búcaros con chinos pintados, en sortijas, flores y pantalones de señora... ¡Horror! «, horror, pero ¿y qué se le iba a hacer?

Si fuera usted tan bueno que quisiera acompañarme hasta la casa adonde voy de visita.... Con muchísimo gusto, señora. Es cerca: junto a San Sebastián. Media legua dijo para Monsalud; pero no teniendo ocupaciones, dio por bien empleado el paseo en obsequio de una desvalida señora que tan bien parecía agradecerlo.

Todo lo que me cuenta me interesa muchísimo... Hablándome de usted y de sus ocupaciones, iniciándome en su retirada existencia, me da usted una prueba de confianza de que estoy encantado... Y en efecto, estaba el inspector general bastante más encantado de lo que él mismo creía.

Luz no se atrevió a preguntarle dónde se habían conocido los dos, ni qué era lo que le movía a buscarla con tanto empeño; y él la enardeció todavía más los deseos, declarando que la conocía mucho, ¡muchísimo! Jurara que de toda la vida, aunque la había visto muy pocas veces, y sólo sabía de ella que se llamaba Luz.

En cambio, al poeta, que era muy entrometido, que desde luego trató con la mayor confianza a las dos hermanas, que se acercaba muchísimo para hablar con ellas, así por mala educación como por ser algo corto de vista, y que echó a Beatriz en verso y en prosa una infinidad de piropos, don Braulio le tomó tirria y le miró como a un Don Juan Tenorio menesteroso y de tercera o cuarta clase.

Iba ella a coger fresas silvestres, de las muy delicadas que en abundancia producía aquel bosque, y a coger también cierta florida hierbecilla, llamada waldmeister, que se pone y conque se perfuma y sazona el maitrank, deliciosa bebida propia de aquella estación y de la que gustaba muchísimo la Condesa viuda.

Convencidos de estas importantes verdades, todos los gobiernos sabios y prudentes han llamado a a los extranjeros; a su grande hospitalidad ha debido siempre Francia su alto grado de resplandor; a los extranjeros de todo el mundo que ha llamado Rusia, ha debido llegar a ser una de las primeras naciones en muchísimo menos tiempo que el que han tardado otras en llegar a ser las últimas; a los extranjeros han debido los Estados Unidos... pero veo por sus gestos de usted concluí interrumpiéndome oportunamente a mismo que es muy difícil convencer al que está persuadido de que no se debe convencer. ¡Por cierto si usted mandara, podríamos fundar en usted grandes esperanzas!

Palabra del Dia

commiserit

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