Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de junio de 2025


, , pasad por allí una noche obscura dijo el señor Macey parpadeando misteriosamente los ojos , y después haced creer, si queréis, que no habéis visto luces en las caballerizas y que no habéis oído el piafar de los caballos ni el chasquear del látigo, ni aullidos, cuando empieza a clarear el día.

Los mismos collares la adornaban; pero vestía un ropaje menos haraposo y siniestro que el de aquella tarde, junto a La Encarnación. Era la anciana a que él llamaba en su recuerdo: la hechicera. ¿No vos fizo daño, ayer noche, el clavel? preguntó la mujer, mirándole en el rostro con azucarada sonrisa. Luego, misteriosamente, bajando la voz: ¡Si la vieses ! Es la hembra más hermosa de Castiella.

Tras de un rato, al agacharse a atizar las astillas, le pareció que sus ojos turbios veían en el suelo, delante del hogar, algo que tenía la apariencia de oro. ¡Del oro! su oro devuéltole tan misteriosamente como le había sido robado. Entonces sintió que su corazón se ponía a latir con violencia, y durante algunos instantes fue incapaz de avanzar la mano para tomar el oro recuperado.

Entonces, por cobardía, se esforzó para pensar en los primeros tiempos de su amor, en la dicha de haberla conquistado, de haberse impuesto al alma que miraba tan misteriosamente por aquellas pupilas circundadas de ligera sombra. Pero acaso ella no podía amarle, algo inconmensurable y oscuro había sin duda entre los dos. De pronto, la obsesión visionaria se reavivó, acercándose.

En la noche, hablando á Freya, se asombró Ulises de la prontitud con que la doctora había encontrado un buque, de la discreción con que hacían su carga, de todos los detalles de este negocio, que se desarrollaba fácil y misteriosamente en la misma boca de un gran puerto, sin que nadie se percatase de ello. Su amante afirmó con orgullo que Alemania sabía conducir bien sus asuntos.

Acercóse á la joven, y misteriosamente le dijo: ¿Sabe usted lo que me ha pasao? ¿Qué? dijo Ciara alarmada. Que he visto al melitarito del otro día, el que estuvo aquí cuando el señor vino malo. ¿Y qué? ¿Qué?

E indignada, no vaciló en rasgar brutalmente el velo de prudencia tras el cual se habían desarrollado misteriosamente sus desventuras y sus rabias conyugales; no dudó en volcar sobre la cabeza del hijo todas las miserias ocultas de su matrimonio. Lo mismo que tu padre exclamó iracunda doña Bernarda.

No bien había cedido al cansancio, cuando imaginé hallarme en una profunda obscuridad; reinaba el silencio en torno mío; poco a poco una luz fosfórica fue abriéndose paso lentamente por entre las tinieblas, y una redoma mágica se me fue acercando misteriosamente por sola como un luminoso meteoro.

Simoun, por lo demás, permanecía impenetrable; se había vuelto menos comunicativo aun, se dejaba ver poco, y sonreía misteriosamente cuando le hablaban de la anunciada fiesta. Vamos, señor Simbad, le había dicho una vez Ben Zayb; ¡deslúmbrenos usted con algo yankee! Ea, que algo le debe á este país. ¡Sin duda alguna! respondía con su seca sonrisa. Echará usted la casa por la ventana, ¿eh?

Sentados el uno al lado del otro, Pablo y yo continuamos misteriosamente nuestra conversación. Mi tía asombrada de mi audacia y de la libertad y alegría que irradiaba en mis ojos, no decía nada. El cura, aunque arrobado viéndome contenta, no estaba, sin embargo, tan preocupado como para que se le olvidase terciar entre nosotros. ¡Qué velada tan agradable!

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando