Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 14 de noviembre de 2025
Los bogas tienen mil extravagantes preocupaciones sobre ese escondido rio de lecho de oro en polvo y arboledas sombrías é impenetrables, y cuentan muchas leyendas, haciendo la señal de la cruz, sobre los buscadores del peligroso metal que, habiendo ido al interior por el curso del rio, no han vuelto á parecer mas en Mompos.
Una vaga idea de que esto era la felicidad de Arcadia, se infundió a todos. Esta especie de cosa decía el Chokney Simons, gravemente apoyado en su codo es celestial. Le recordaba a Greenwich. En los calurosos días de verano, generalmente llevaban a La Suerte al valle, donde Campo Rodrigo explotaba el metal precioso.
Todo reposa sobre columnas gigantescas de hierro, y la cubierta en todos sentidos es de cristales unidos por una inmensa armazón de metal. Aunque las torres, las cúpulas y los minaretes tienen grande elevacion, la de la masa del monumento, sobre su piso bajo, es poco mas ó ménos de 40 metros.
Delante de la posada aguardaban Primitivo y Julián; aquél con su cara de metal, enigmática y dura, éste con el rostro dilatado por afectuosísima sonrisa. Nucha le saludó con no menor cordialidad. Bajaron los equipajes, y Primitivo se adelantó trayendo a don Pedro su lucia y viva yegua castaña.
Antes del invento, el acero se fabricaba en los hornos antiguos por medio del puldeo, un procedimiento más lento y más caro; pero ahora todo el metal para vías férreas, que era el de más salida, lo fabricaban con rapidez vertiginosa. Y el ingeniero describía, con un arrobamiento de devoto, las funciones del admirable convertidor, que simplificaba la industria.
Entre las múltiples propiedades de este metal, ella había notado principalmente una, la de acabarse en los momentos en que más falta hacía. El portamonedas no contenía más que un par de pesetas y algunos cuartos.
Algo hay, no obstante, que me amarga y emponzoña esta nueva vida y me persuade de que soy el mismo: el desdén, el menosprecio con que todos me miran. Con rapidez ha pasado por mi alma, pero dejando en ella doloroso rastro como si fuese metal derretido, un abominable pensamiento.
Estos, en número casi infinito, eran tan vistosos y gallardos que daba gozo verlos. Unos llevaban resplandecientes armas del más puro metal, y cascos en cuya cimera ondeaban plumas y festones; otros vestían lorigas de cuero finísimo, recamadas de oro y plata; otros cubrían sus cuerpos con luengos trajes talares, á modo de senadores venecianos.
Esa agua que cae resbalando por la piedra, y que el sol hace brillar, aparece á lo lejos como una placa de pulido metal.
Y el sol, por no ser menos que todos, contempla con ojo de moribundo esta escena interesante enfilando sus rayos oblicuos entre los árboles y levantando mil graciosos reflejos en el barniz de los coches, en el cristal de las linternas y en el metal de los botones de cocheros y lacayos.
Palabra del Dia
Otros Mirando