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Actualizado: 8 de junio de 2025


Precisamente Goethe le escribió para no matarse y como desahogo.

Aun cuando la probabilidad de que todo eso pudiera suceder fuese muy remota, era preferible sufrir mil años de vida y dejar que la desesperación hiciera el oficio de puñal, fiar en la amargura de las lágrimas más que en la ponzoña del opio, morir al cabo de un año y no matarse en un instante.

Y al punto forcejeamos con él el calesero y yo, pues aunque sabíamos que era gran nadador, en aquel sitio y hora no habría vivido diez minutos dentro del agua. Al fin le convencimos de su locura, haciéndole volver a la calesa. Contenta se pondría, milord, la señora de sus pensamientos si le viera a usted con inclinaciones a matarse desde que suena un trueno.

Pero, ¿y si amaba a otro?... Usted ha confesado que sospechaba su nuevo amor... ¿Por qué había de matarse si amaba a otro? ¿De quién podían venir los obstáculos e impedimentos para su nueva felicidad? De ella misma. ¿Qué quiere usted decir? Sus sentimientos sobre el deber, el respeto, la honradez eran elevadísimos. Si usted sospechaba que quería matarse, ¿cómo no le quitó esa arma?

A él debió el encontrarse al despuntar la aurora tan quebrantado y tan rendido que repitió con la misma convicción que el doctor lo había hecho la víspera estas palabras: «¿A qué matarse cuando la muerte viene por solaSerían las ocho de la mañana cuando José subió a avisar a Amaury que el doctor le aguardaba en el salón.

Los medios de destrucción se aumentan por tal arte que es de temer que dentro de poco puedan matarse en un minuto millones de hombres; puedan dispararse en un segundo más bombas, balas y metralla que un siglo ha se disparaban en treinta o cuarenta años; y tales y tan estruendosos podrán ser los disparos, que el coste de uno solo baste a mantener durante un año a toda una familia.

Le he encontrado muy desmejorado. ¿No ha dicho nada más? Tonterías. Que la señora quería matarse, que ha escrito su testamento. , es verdad; lo he hecho para obligar al conde a que viniese. ¿Se ha acostado? ¡Oh! , señora. La habitación del señor está cerca de las nuestras. El señor ha apagado la luz a las once.

Luego sonrió picarescamente, golpeando al oficinista en una pierna, al mismo tiempo que le preguntaba bajando la voz: ¿Y por qué quieren matarse? ¿Cuestión de mujeres?... De seguro que anda de por medio esa marquesa que á toditos los trae locos. Tomó Moreno una actitud misteriosa, al mismo tiempo que se llevaba un dedo á los labios para imponerle silencio. Prudencia, don Carlos.

Encubriendo siempre en los abismos oscuros del alma su terrible propósito de matar a Echeloría y de matarse él, Mutileder se ingenió de suerte que se ganó la voluntad de sus jefes inmediatos y hasta del General Benaya, tan ágil para cortar cabezas, según lo demostró a principios de aquel reinado, enviando al otro mundo, a fin de cimentar bien el trono, a Adonia, hermano mayor del rey, y a otros personajes.

Además, ¿para qué necesita el comerciante John Bull matarse por Filipinas cuando ésta ya no es la señora del Oriente, cuando allí están Singapore, Hong-Kong, Shanghai, etc.? Probablemente, Inglaterra mirará con buenos ojos la independencia de Filipinas, que le abrirá sus puertos y dará más franquicias á su comercio.

Palabra del Dia

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