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Actualizado: 19 de mayo de 2025
Pareciéndole al Padre que el mal empezaba á dar algunas treguas, y que los demonios, por la intercesión de Nuestro Padre San Ignacio, cuya reliquia la aplicó, se habían ausentado de la cámara de la enferma, precisado de otra ocupación, se partió de allí, con intento de volver cuanto antes.
En Madrid había tenido algunos duelos y en Lancia dejó de efectuarse uno entre él y cierto jefe político que los progresistas mandaron a esta provincia, por la intercesión del obispo y cabildo catedral. Al llegar a los cuarenta años, poco más o menos, casó con una señora aristócrata también, que habitaba en Sarrió. Murió su esposa al año, a consecuencia del parto.
Recuerdos de canibalismo Aunque la Trinidad está compuesta, como se sabe, del Padre, Hijo y Espíritu Santo, y en el Trisagio se invoca y pide a las tres personas a la vez, sin embargo, hay otras formas de lograr el favor divino invocando separadamente a una sola de las personas de la Trinidad. Así, en la novena de Jesús sacramentado se pide al Padre por medio de la intercesión del Hijo, o mejor dicho, de solo una víscera del Hijo, de un órgano de su cuerpo; el Corazón, o más propiamente, del Sagrado Corazón de Jesús. "El Padre Eterno tiene complacencia, dice la novena (pág. 6), en que se le pida por el Corazón de su amado Hijo *
La acción de la primera, prescindiendo de otros sucesos mezclados con ella, es la siguiente: Habiendo guerra entre Castilla y Aragón, Don Pedro, Príncipe de este último reino, se dirige clandestinamente á la corte castellana para pretender la mano de la princesa Elena, siendo descubierto por un espía y hecho prisionero, y librándose por la intercesión de la Princesa, que huye con él á Zaragoza.
El Ilustrísimo Obispo de Menorca Severo en la Epístola citada asegura que después de muchas y estupendas maravillas que obró el Señor por la intercesión del Ilustre Proto Mártir San Esteban, cuyas reliquias había dejado el gran Orosio de vuelta de Jerusalén, para España, se había hecho la mayor de abrir los ojos a la voluntaria ceguedad de quinientas cuarenta almas en aquella Isla, con tanto fervor y desengaño de su caduca ley que ellos mismos arrancaban los cimientos de su sinagoga, y contribuyendo en la fábrica de una nueva Iglesia con sus expensas; en sus propios hombros llevaban gozosos las piedras para el sagrado edificio.
Entretanto, el soldado, a voz de contrapunto, clamaba así: Otra palabra, bella María, y de todo punto desaparece mi triste lisiadura, y otra y última intercesión, y desaparece mi ceguera. Los del baile aplaudían, muchos preguntaban, todos respondían, gritaba el soldado y saltaba y latía estruendosamente el perro.
Mientras esto pasaba en Barbaruelo y Cabezudo, los de Animalejos, que no sabían si alegrarse ó entristecerse contemplando el aparato de lluvia que presentaba el cielo, determinaron rogar al tío Traga-santos que solicitase, por la intercesión de San Isidro, que lloviera y no lloviera, ó lo que es lo mismo, que cayese sólo una rociada de agua, que era lo único que necesitaba el campo de Animalejos.
Cuando éstos querían hacer falla para dedicar el día a una borrachera, se entendían con Facundo, quien lo avisaba a la señora, prometiéndole responder de la asistencia de todos al día siguiente, la que era siempre puntual. Por esta intercesión llamábanle los peones el padre.
Tengamos confianza y el cielo nos será propicio. Sin los rezos de Moisés y sin los milagros que por su intercesión hizo Dios, Josué no hubiera vencido; la profetisa Débora no hubiera entonado su himno triunfal, si las inteligencias que mueven los astros no hubieran bajado á combatir en favor de su pueblo; en mil batallas han tomado parte los dioses del Olimpo para favorecer á los hijos de Grecia; y los Dióscuros abandonando el refulgente alcázar que tienen en el cielo, y donde hospedan al sol en los más hermosos días de cada año, han peleado en solemnes ocasiones por la grandeza de Roma.
Bien que se puede creer, no dejaría de ayudar a ello el buen ejemplo de su compañero en la pertinacia Miguel Valls, quien con la asistencia del espiritualísimo Padre Presentado Fray Vicente Pellicer de Santo Domingo, tuvo la dicha de ser el primero, que logró en su casa la intercesión del Santo Patriarca, a ruegos de tan buen hijo, a que ayudaron no poco los demás nombrados asistentes y la actividad del Padre Jaime Custurer de la Compañía de JESUS. Fué de inexplicable consuelo para todos la conversión de este hombre, por lo que podía conducir a confirmar en la Santa Fe a sus compañeros y por el gran concepto, que de él tenían: ya que porque siendo naturalmente elocuente, sabía exprimir mejor la fineza de su conversión, el dolor de sus errores y la viveza de su Fe verdadera.
Palabra del Dia
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