Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 21 de junio de 2025


Porque no sólo don Rosendo se levanta como impulsado por un resorte y se apresura con mano trémula a ponerse el abrigo para salir, sino que por todo el concurso se esparció un fuerte rumor acompañado de viva agitación que estuvo a punto de interrumpir el diálogo pastoril. Los menestrales del patio lanzáronse acto continuo a la calle.

»Y ahora, ¿conservará usted todavía sus dudas? me dijo. »No tengo más que remordimientos le contesté, tendiéndole la mano; y confío en que desaparecerán, pasados algunos días. »En efecto, no tardé en abandonar mis indignas sospechas; no tardé en reconocer los sacrificios que Carlos se había impuesto, impulsado por su amor hacia .

Una vez, entre los restos que el río arrastraba, creyó ver algo informe y lívido que las ondas empujaban contra los arrecifes y que desaparecía para volver a aparecer hasta que fue abandonado sobre un banco de arena. Impulsado por una vaga pero invencible curiosidad, descendió del claustro, atravesó la iglesia, y cuando hubo llegado al pie de sus muros, reconoció el objeto que le había atraído.

No por qué se me ha parecido siempre dicho frontispicio a las popas de los grandes navíos antiguos; hasta parece que se mece gallardamente impulsado por el viento y las olas.

Las dudas de Focas acerca de cuál de ellos será Heraclio y la imposibilidad de averiguarlo; sus sospechas y vacilaciones, impulsado, ya por el odio, ya por el amor paternal; su deseo de hacer desaparecer al heredero legítimo del trono, y al mismo tiempo el temor de dar muerte á su propio hijo, forman el nudo principal del drama, siendo excelentes todas las escenas que tienen relación inmediata con este motivo dramático.

La siguió para detenerla, pero no llegó a tiempo, Pepita pasó la puerta. Su figura se perdió en la oscuridad. Arrastrado D. Luis como por un poder sobrehumano, impulsado como por una mano invisible, penetró en pos de Pepita en la estancia sombría. El despacho quedó solo. El baile de los criados debía de haber concluido, pues no se oía el más leve rumor.

Pues bien: algunas horas antes de la que señalaron para la partida salí a la calle, impulsado por un sentimiento de amor hacia los laberintos de aquella ciudad que en sus repliegues escondidos había dado un asilo a mi tristeza. Sentía salir de Córdoba como siente el ermitaño dejar su cueva.

Y el pobre Silas sentía algo que no carecía de parecido con los sentimientos de esos hombres primitivos, cuando, impulsado por el miedo o por su humor sombrío, huían de ese modo las miradas de una divinidad enemiga.

Tal vez no me hubiera fijado en esta circunstancia, si habiendo salido de la cámara, impulsado por mi curiosidad, no sintiera una voz que con acento terrible me dijo: «¡Gabrielillo, aquíMarcial me llamaba: acudí prontamente, y le hallé empeñado en servir uno de los cañones que habían quedado sin gente.

Habla usted de obediencia pasiva... ¿Quién me ha aconsejado desarrollar la personalidad de mi nieta?... ¿Quién me ha impulsado a formarle un carácter suyo?... ¿Quién me ha dicho a cada uno de sus caprichos: «Déjelo usted pasar; será una mujer y no una figurante?...» ¿No ha sido usted, señor cura? , señora respondió el cura sin confusión alguna. Y hoy lo repetiría una vez más.

Palabra del Dia

dermatológicas

Otros Mirando