Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 11 de junio de 2025
Imagínese lo que será esa Huerta de Valencia, cuando el ferrocarril gira en gran parte de su trayecto por entre una calle literalmente formada por bosques de naranjos y moreras, donde se crian simultáneamente la almibarada fruta y el laborioso gusano de seda.
Al fin, un día nos dió una orden á gritos: «¡Ofrézcanles un millón, y acabemos!...» Imagínese, profesor, ¡más de dos mil francos por metro! ¡como en el centro de las grandes capitales!... Subimos á su casucha. Ni pestañearon al oir la cifra. La vieja, que era la más inteligente, dejó que el apoderado y el notario de Su Alteza le explicasen lo que era un millón.
Accion de mala crianza fué en efecto, dixo Candido. ¿Qué quiere vm., dixo Martin, si estas gentes son así? Imagínese vm. todas las contradicciones, y todas las incompatibilidades posibles, y las hallará reunidas en el gobierno, en los tribunales, en las iglesias, y en los espectáculos de esta donosa nacion. ¿Y es cierto que en Paris se ríe la gente de todo?
De esas columnas mas de 400 procedieron de Jerusalen, Egipto, Numidia, etc., y son de ricos mármoles de colores y preciosos jaspes; las demas, muy inferiores en calidad, salieron de las canteras de la provincia de Córdoba ó de Granada. ¡Imagínese el maravilloso efecto que produciría esa mezquita llena de moros é iluminada por 400 lámparas que tenia, sin que la vista fuera interrumpida en ninguna direccion, fuese recta ú oblicua!
Ojeda rio de las palabras de Maltrana. Imagínese continuó éste el salto que hubiese dado el autor de Las Profecías, el amigo de Isaías y de Esdras, al ocurrírsele la idea de que podía existir un nuevo mundo desconocido por el Dios del Génesis, y cuyos habitantes no procedían de Adán y Eva, ni de la dispersión de los hijos de Noé.
Algunos se echaron fuera; mas no por eso se acalló el tumulto, y lo peor fue que aparecieron de súbito dos o tres personas que tomaron el partido del orador silbado contra el silbante pueblo. ¡Que ustedes son unos servilones, mata candelas! ¡Que ustedes son unos afrancesados! Que ustedes son... imagínese el lector lo peor que haya oído en plazas, presenciado en tabernas y aprendido en garitos.
Imagínese el cuerpo que usted adora, con el orgullo de la posesión, desnudo sobre una mesa; las blancas intimidades, sólo por usted conocidas, expuestas ante la insolencia juvenil; la epidermis arrancada de los músculos como el forro de un libro; las manos pasando de mesa en mesa; los pechos como unas piltrafas, nadando en un cubo; la cabeza a un lado, las piernas a otro... ¡No puedo, no puedo pensarlo!
Convénzase usted, en esto, como en otras cosas, todo es ponerse a ello, todo es empezar... Imagínese usted lo bien que estará cuando se nos reforme; vivirá feliz y considerada, tendrá un nombre respetable, y habrá quien la adore, no por sus gracias personales, que maldito lo que significan, sino por las espirituales, que es lo que importa.
Imagínese el lector lo que serán ó han sido esas fortificaciones, con solo saber que ellas le hicieron consumir al gobierno español la estupenda suma de 250 millones de pesos, sin contar una gran parte de los armamentos. El viajero se pasma al considerar toda la suma de trabajo humano que debió concurrir á la creacion de aquella magnífica ciudad de calicanto eterno.
Ahora bien: imagínese la consternación de nuestros personajes cuando, al asomarse al umbral de la alquería, vieron dos compañías de alemanes trepar por las faldas opuestas, entre los huertos de Grand-Fontaine, con dos piezas de artillería, arrastradas por vigorosos tiros, y que parecían colgadas del precipicio.
Palabra del Dia
Otros Mirando