Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de mayo de 2025
Llegado nuestro hombre al sagrario, abrió el recamarín, sacó la Custodia envolvió en su pañuelo la Hostia divina, dejándola sobre el altar y salió del templo por la misma claraboya que le había dado entrada. Sólo dos días después, en la mañana del sábado 25, cuando debía hacerse la renovación de la Forma, vino a descubrirse el robo.
Al levantarse y acostarse se encomiendan á Dios, á la Reina de los Ángeles y al Santo Ángel de la Guarda, con devotas oraciones que en bautizándose aprenden; de otras usan al entrar en la Iglesia y cuando el Sacerdote eleva la Sagrada Hostia ó el Cáliz.
«¡Oh, Teri!... ¡Teri!» Sus ojos encontraban también una semejanza fraternal en el cuello esbelto y ligeramente inclinado, lo mismo que el vástago de una flor que se ladea graciosamente bajo su peso; en las manos de blancura de hostia, con uñas abombadas y brillantes, parecidas a pétalos de rosa. Era Mrs.
Pues na; con que yo no sé leer ni escribir: No es todo lo verídico, ¡hostia!, porque leer ya sé, aunque no del todo lo seguío que se debe. Como escribir, no escribo porque se me corre la tinta por el dedo... ¡Bah!, es la que se dice: los escribidores, los periodiqueros, y los publicantones son los que han perdío con sus tiologías a esta judía tierra, maestro».
Jamás había meditado acerca de negocios de ultratumba; el infierno se lo figuraba como un horno probable; pero a ella ¿qué? Al infierno iban los grandes pícaros que mataban a su padre o a su madre o a un sacerdote, o que pisaban la hostia o no se querían confesar.... Además, no se sabía nada de seguro.
Unas veces, al partir la expedición de un gran puerto, se consignaban las condiciones de la empresa en solemnes capitulaciones notariales; otras, los héroes que no sabían firmar hacían decir una misa, y en el momento de la consagración tiraban de sus espadas, y con la otra mano sobre la hostia, juraban mantenerse fieles a sus pactos y compromisos.
Para conocer más concretamente la esencia de los autos de Lope, haremos el análisis de algunos. El elegido para este objeto lleva el título de La peregrinación del alma. El canto que le precede en loor de la Hostia y del Cáliz, y la loa, que no se relaciona directamente con lo que sigue, no entrarán en nuestro examen.
Bromeaba para alegrar á sus acompañantes, con aquel regocijo de virgen atrevida y dolorosa que iba esparciendo un pálido rayo de sol septentrional por ambulancias y hospitales. Parecía fabricada toda ella con pasta de hostia, frágil, anémica, de una blancura que clareaba á la luz, lo mismo que un cristal turbio.
El trabajo de velar por los intereses de la religión, de mantener viva en aquel pueblo la antorcha de la fe, que era para él antes un manantial de puros goces, se le hizo molestísimo, odioso; se convirtió en un tormento. ¿Con qué derecho subía a la cátedra del Espíritu Santo a exponer la divina palabra, o escuchaba en el confesonario los pecados del creyente, o elevaba en el altar la sagrada Hostia, él, que dudaba si las palabras del Evangelio fueron o no pronunciadas por Jesús, si la confesión auricular era ley divina o una institución creada en interés de la hierocracia, si el sacramento de la Eucaristía encerraba una verdad sublime o era una reminiscencia de los símbolos y misterios de las religiones del Oriente?
El son vibrante de los metales añadía intensidad al canto, que, elevándose amplio y nutrido hasta la bóveda, bajaba después a extenderse, contenido, pero brioso, por la nave y el crucero, para cesar, de repente, al alzarse la hostia; cuando esto sucedió, la marcha real, poderosa y magnífica, brotó de los marciales instrumentos, sin que a intervalos dejase de escucharse en el altar el misterioso repiqueteo de la campanilla del acólito.
Palabra del Dia
Otros Mirando