Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 28 de junio de 2025


Estando este ruido y hervor de combate, pareció en el fuerte una paloma blanca con algunas pintas, la cual, entre tanto que pasó el dicho combate, andaba volando alrededor del fuerte; y como los cristianos hobieron la victoria, se fué, que no la vieron más después, ni primero la habían visto, si no es aquel día.

Y así, viniendo al caballero de Gonzaga el gobernador Rodrigo Zapata y el capitán Diego de Vera, como los vió el capitán D. Juan de Castilla, quiso reñir con ellos y díjoles bien alto, que lo oyeron todos, que á qué venían allí y qué querían, y yéndose ellos les envió el alférez del capitán Olivera, al cual encargó que dijese al dicho gobernador Rodrigo Zapata que D. Juan de Castilla se protestaba de parte de Su Majestad y de Su Excelencia que no hablase ni dejase hablar á ningún soldado con los turcos, ni hacer otro pacto ni concierto con ellos, porque no se lo cumplirían ni guardarían, sino que procuraran de defender el fuerte, que aún estaban á tiempo de poderlo hacer, y á esto no respondieron cosa ninguna; que á esta sazón el capitán de Funes y el capitán Juan de Montiel de Zayas y el capitán Juan del Aguila, habían salido á parlamento fuera del fuerte, con el Bajá y Dragut; y el capitán Juan de Funes, por orden del Bajá, después que hobieron hablado largamente, volvió dentro en el fuerte diciendo que serían salvos y libres todos los Oficiales y 25 soldados por cada compañía, y con este recaudo y resolución le enviaba el Bajá, y con él dos turcos para escrebir y tomar por letra los dineros, moniciones y vituallas, y el número de la gente que se hallaba dentro.

Estando la Excelencia del Duque de Medinaceli, Virrey de Sicilia y Capitán general de la empresa de Berbería, de día en día para embarcarse, habiendo ganado á los Gelves con grandísima reputación y en gran servicio de Dios y de Su Majestad Católica, y hechas todas las provisiones y expediciones necesarias para el fuerte y para la guardia dél, habiendo señalado 2.000 infantes escogidos entre italianos, franceses y españoles, y algunos alemanes, y por su Gobernador á Miguel de Barahona, el cual había sido Maestre de campo de un tercio de españoles, y queriendo Su Excelencia con el resto de los señores y capitanes y soldados irse á Sicilia para proveer las otras fuerzas más necesarias y de más importancia, y para tal efecto se había ya embarcado gran parte del ejército, y todavía se embarcaban, sino que, por desgracia y mala ventura, los soldados se revolvieron con los moros en el Zoco y hobieron una gran cuestión, la cual fué causa que la embarcación se suspendió por tres ó cuatro días, de lo cual Su Excelencia estaba con gran pesar; mas todo lo remedió con su prudencia é hizo que fuese adelante la dicha embarcación.

Entonces se retiraron escaramuzando hacia el fuerte, y así los turcos pusieron su campo desde aquella guardia hasta la otra de Poniente y ganaron el pozo de Su Excelencia; y luego los turcos arbolaron más de 480 banderetas y gallardetes, y comenzaron á hacer las trincheras, aunque la mayor parte hallaron hechas, porque los cristianos las hicieron como llegaron en aquel lugar donde se hizo el fuerte para su defensa y repararse de los moros de la isla, y así las habían desamparado de la parte que el gran comendador Tigeres, General de las galeras de la Religión, con todos sus Caballeros de San Juan, que eran bien 300 ó 400 y más de 1.000 napolitanos de los bravos, todos arcabuceros, con sus morriones y plumas, y el resto del campo de los cristianos, parte se había embarcado y parte se retiraron en el fuerte, de modo que no tuvieron tiempo de deshacer sus trincheras viejas, y por eso los turcos hallaron esta comodidad y aparejo; y como las rehicieron, luego á la hora plantaron ocho piezas de artillería gruesas á la parte de la casa de Dragut, y comenzaron á batir el castillo, creyendo que echarían á perder toda la munición y vituallas, y la cisterna del agua que eran dentro del castillo; mas el coronel D. Alvaro de Sande hizo cortar las murallas del castillo y terraplenarlo y puso encima artillería, con la cual hacían gran daño; mas por aquélla de fuera les fué quitada, porque tiraron más de 3.000 pelotas de cañón; pero las municiones y vituallas estaban bien guardadas y reparadas y debajo de tierra, tanto que en esto los turcos no hobieron el intento de su desiño ni de la traición que tenían concertada dentro el fuerte de quemar la pólvora y atosigar el agua de la cisterna y otros tratos, hasta enclavar la artillería, como se hizo, aunque había buena guardia del resto.

Y como los turcos hobieron asegurado un poco á los del fuerte, mostrándoles buen rostro y el semblante alegre, de allí á dos horas, al poner el sol, estando todos bien descuidados desto, arremetieron por todas partes y sin mucha resistencia entraron dentro y encomenzaron á matar á cuantos hallaron en aquella primera furia, y así murieron muchos, especialmente aquéllos que estaban enfermos y heridos, y la mayor parte de aquéllos se hallaron en el caballero del señor Andrea Gonzaga, porque no se querían rendir sino peleando, se defendían cuanto podían, y así los que escaparon con la vida, fueron tomados con sus armas defendiéndose, y éstos fueron los que estaban bien armados, y así acabaron todos muy honrosamente, como valientes y esforzados capitanes y soldados.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando