Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de junio de 2025
Así es que en la época en que comienza nuestra historia, cuando aparecen en el Buen Retiro nuestras dos heroínas, tenían entre ambas algo más de 8.000 reales al año, que juntos a los 12.000 mal contados de don Braulio, sumaban una taleguita anual muy corrida y larga de talle.
Pero a pesar de eso, al escuchar la afirmación de Blanca, estuve a punto de divulgarlo; sin embargo, logré dominarme. En todo caso, amaré a alguien, mañana o pasado; porque no se puede vivir sin amar. Y ¿de dónde has sacado, esas ideas, Reina? Pero, de la vida, tío le respondí tranquilamente. Recordad las heroínas de Walter Scott: recordad cuánto aman y cómo son amadas.
En su juventud había soñado doña Juana con las heroínas de la Vendée; se había entusiasmado con las hazañas y penalidades de la duquesa de Berry, queriendo, como estas hembras fuertes de la religión y el legitimismo, montar a caballo, llevando sobre el pecho un crucifijo y junto a la falda de amazona un sable pendiente. Pero estos deseos no pasaron de ser vagas fantasías.
Su estatura era medianamente alta, su talle, que jamás se había sometido a la presión del corsé, poseía toda la soltura, toda la flexibilidad que los novelistas franceses atribuyen falsamente a sus heroínas, embutidas en apretados estuches de ballena.
Estás tan linda como la más linda de las heroínas de Walter Scott le dije contemplándola con admiración. Reinita me dijo sentándose a los pies de mi cama, vengo a charlar contigo. Me alegro. Pero no estoy bien despierta todavía y puede que mis ideas... ¿Aun cuando se trate de casamiento? prosiguió Blanca, que ya conocía mi opinión sobre tema tan serio. ¿De casamiento?
María admiraba a las insignes heroínas de la religión, como se admiran los fenómenos y prodigios de la naturaleza, con emoción y asombro. Mucho tiempo se pasó sin que osara levantar sus ojos hasta ellas para imitarlas. Limitábase a pedirles con interminables oraciones que intercediesen para que Dios le perdonase sus pecados.
La primera vez que pensó esto tuvo remordimientos para una semana; pero volvió la idea a presentarse tentadora, y como en las novelas que saboreaba sucedía casi siempre que eran casadas las heroínas, pecadoras sí, pero al fin redimidas por el amor y la mucha fe, vino en averiguar y dar por evidente que se podía querer a una casada y hasta decírselo, si el amor se contenía en los límites del más acendrado idealismo.
Apoyó un codo en un alero mientras descansaba en su diestra la sudorosa frente, y al momento echó abajo tres estatuas de doble tamaño natural que adornaban la balaustrada, representando á otras tantas heroínas de la Verdadera Revolución. Tuvo miedo de causar nuevos daños en el monumento de la Ciencia, y continuó su exploración, buscando algo más sólido donde apoyarse.
El gobierno acababa de decretar la movilización contra los hombres insurrectos, y ella, aunque por su carácter universitario estaba libre del servicio de las armas, había sido de las primeras en ofrecerse para pelear por la buena causa. Consideraba esto un deber ineludible, por ser nieta de una de las heroínas de la Verdadera Revolución.
En suma: sea como sea de todo lo dicho, pues no aspiro a dar reglas estéticas para escribir novelas, es lo cierto que yo, no porque opine mal de las mujeres, sino por falta de imaginación y por el infortunio de no haber hallado con frecuencia a santas ni a santos tampoco en este mundo sublunar, me he de permitir introducir en esta historia, verdadera y sencilla, un nuevo personaje, mujer también, que dista más que ninguna otra de mis heroínas de ser un dechado de perfección; pero que interviene poderosamente en los sucesos que debo referir.
Palabra del Dia
Otros Mirando