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Actualizado: 11 de julio de 2025


Mujeres elegantes y pintadas, champaña, violines que gimen las notas de una danza de negros con el temblor sentimental de las romanzas desgarradoras. Es un espectáculo de antes de la guerra. Pero en la concurrencia masculina no se ve un solo frac. Todos los hombres llevan uniformes oficiales franceses, belgas, ingleses, rusos, servios , y estos uniformes son polvorientos y sombríos.

Pero como el abofeteado tenía amigos en la escuela, al ver la bandera encarnada, echáronse sobre los agresores y se armó la gorda. Eso explica, lector, ese cuadro, verdadero campo de Agramante, que has visto al asomar al gran salón; por eso gimen unos, brincan otros, vocean todos, y se cruzan por el aire libros, plumas, almadreñas y tinteros.

Pero mas cosas sabe él de mismo que su ayuda de cámara, y por esto es todavía ménos grande á sus propios ojos; por esto aun en sus mejores años, necesita cubrir con un velo la puerilidad que se abriga en su corazon. Los niños rien y juguetean y retozan: y luego gimen y rabian y lloran, sin saber muchas veces porqué: ¿no hace lo mismo á su modo el adulto?

Tiene arranques sublimes en que parece que la tierra se levanta o el cielo se desploma. Tiene voces que gimen, términos que gritan, giros que rimbomban. Se escucha vuelo de pájaros y fuego de fusilería. Su dibujo es línea recta; su corte, el del diamante. Es paleta y es cincel. Es terso y es hondo. Palpita y regolfa. Su ritmo es una nave que se aleja; su dialéctica, escuadra que combate.

Mala traza tienen de entronizarse los superhombres, si hemos de juzgar fiel la pintura que hace el señor Gener de la sociedad presente: «Los más astutos, dice, escalando el poder directamente, o con la protección de las leyes, amparándose del dinero, se han impuesto, y las sociedades hoy gimen en una esclavitud mil veces peor que la antigua.

Comprendí entonces por qué me perseguía la obesa fantasma del viejo letrado; y de sus labios cubiertos por los largos pelos blancos de su bigote, parecióme oir brotar esta acusación desolada: Yo no me lamento por , que estaba ya medio muerto; lloro por los tristes a quienes arruinaste, y que a estas horas, cuando vienes de dormir sobre el fresco seno de tus amantes, gimen de hambre, apiñados, para luchar con el frío, entre el grupo repugnante de leprosos y ladrones en la «Puerta de los Mendigos», ¡allá al pie de las terrazas del Templo del Cielo!

Aquéllos que gimen sobre los abusos de la prensa en Sud América o en Francia, podrían difícilmente citarnos el ejemplo de los Estados Unidos. No he visto jamás una injuria más sangrienta lanzada a la faz de una sociedad entera, que una caricatura que se me mostró.

Su hijo heredó igualmente el espíritu de persecución, y se hizo tan conspícuo en el martirio de las brujas, que bien puede decirse que la sangre de éstas ha dejado una mancha en su nombre. Ignoro si estos antepasados míos pensaron al fin en arrepentirse y pedir al cielo que les perdonara sus crueldades; ó si aún gimen padeciendo las graves consecuencias de sus culpas, en otro estado.

Pero lo q. hace al caso, venga V. Ex.^a a resuscitar a los suyos: Buelua al cuerpo del bien público, porque biue, como sin alma, sin V. Ex.^a No soy yo solo el q. lo digo, q. personas graues, que biuen lexos de la inuidia, y de aquel barrio del infierno, lo gimen, lo braman, me preguntan de su venida.

Palabra del Dia

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