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Actualizado: 27 de octubre de 2025
Debiéndole una posición social independiente, los poetas dramáticos no siguieron ya sujetos á las exigencias de los empresarios de teatro, para ganarse recursos miserables de subsistencia á cambio de un trabajo incesante y atropellado, sino que pudieron meditar sin precipitación sus composiciones, y escribirlas con ese esmero, sin el cual es imposible la perfección artística.
El campesino era tan pobre que había fiesta en la casa cuando traía alguno un centavo. El pan costaba mucho, aunque era pan negro; y no tenían cómo ganarse la vida. En cuanto los tres hijos fueron bastante crecidos, el padre les rogó por su bien que salieran de su choza infeliz, a buscar fortuna por el mundo.
Los oficiales de marina son galantes, y una mujer hermosa puede ganarse su afecto.» Ella había pretendido desobedecer. ¡Ir á Francia, donde eran conocidos sus trabajos de antes de la guerra!... ¡Volver al peligro cuando ya se había acostumbrado á la vida segura en los países neutrales!... Pero sus intentos de resistencia no llegaban á realizarse.
Algunas veces, le aseguro, no pedirán sino ser menos sedentarios, pero no pueden hacerlo. Están obligados a trabajar para ganarse la vida y la de sus familias. Usted mismo, por ejemplo, ¿no descuida acaso otros trabajos más serios, por cultivar sus gustos sportivos? ¡Ah! yo tengo tiempo; muchas veces no sé en qué ocuparlo.
Hambre todos los días, paliza todas las semanas, viviendo en uno de esos caserones que parecen colmenas obscuras; frío en el lavadero para ganarse una mala libreta, y como término, la muerte en el hospital. ¡Anda y toma albañilillo!
Además su miseria, su abandono, la preocupaban más que todo; su pensamiento principal era librar a sus tías de aquella carga, de aquella obra de caridad que cada día pregonaban más solemnemente las viejas. Quería emanciparse; pero ¿cómo? Ella no podía ganarse la vida trabajando; antes la hubieran asesinado las Ozores; no había manera decorosa de salir de allí a no ser el matrimonio o el convento.
Una gran señora podía adoptar medios de existencia que años antes hubieran provocado escándalo. Ella conocía en Niza muchas damas rusas que daban grandes fiestas en sus salones antes de la guerra, y ahora, caídas en la pobreza, se ingeniaban para ganarse el pan á su modo. Una iba á abrir una tienda de sombreros, contando con sus antiguas amistades para formarse una clientela.
A cualquiera se le ocurre, por último, la idea de que una mujer sana y joven, de veinticinco o veintiséis años, educada con esmero, debe de tener alguna habilidad, saber algo, disponer de algún medio, industria o recurso para ganarse honradamente la vida. Puede ser aya, maestra o acompañanta de señoritas ricas. Puede enseñar música, francés, inglés, labores de manos y hasta primeras letras.
Generalmente se hacía reuniéndose los presidentes y secretarios de los colegios, y apuntando en las actas el número de votos que se les antojaba. La razón de esto, era que Sarrió siempre había sido una villa comercial donde cada uno podía ganarse la subsistencia sin recurrir a los empleos del Estado.
Al ganarse la votación, suspiraba satisfecho como quien acaba de salvar al gobierno y al país. Muchas veces, lo que quedaba en él de sincero y franco, un resto del carácter de la juventud, le sorprendía, levantando una duda cruel en su pensamiento. ¿No estaban allí representando una comedia engorrosa y sin brillo? Realmente, ¿le importaba al país cuanto hacían y decían?
Palabra del Dia
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