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Actualizado: 19 de junio de 2025


Contra su costumbre y naturaleza, Pinedo quedó un poco turbado, tal vez porque no le hiciera gracia presentar su hija a esta vistosa señora. Repúsose instantáneamente, sin embargo, y respondió inclinándose con galantería: Y a ver si Dios me concede unos tropezones tan desagradables como el que ahora he tenido. Clementina sonrió con benevolencia.

Pero hubiera sido absurdo que hubiese tratado yo de inspirar a Juan Maury más hondos sentimientos y más apasionado afecto que los de la amistad y la galantería. Yo misma tuve miedo de sentir hacia él verdadero amor. Yo casi me atrevo a afirmar que no he engañado a D. Joaquín.

EL brigadier, por un efecto de hidalga galantería, celebró mucho estos malos versos, y comiendo y conversando como buenos amigos, llegamos á Santa Genoveva. Despues de visitar el monumento que ya conocen mis lectores, aunque muy superficialmente, manifestamos, al conserje nuestro, deseo de visitar el Panteon.

No era pura galantería ó gratitud lo que le impulsaba á ello. Había también su parte de vanidad, porque Mercedes tenía novio, y éste, que era un mancebo casi imberbe, no mal parecido, llamado Gabino, andaba celoso, desesperado, desde que viera que su novia coqueteaba con Velázquez.

No debo ser el ideal de Julio. No existe su ideal. "Cualquier galantería suya me halaga de un modo indecible. No puedo creer que mi cariño por él esté condenado a vivir ocultamente, para sola". "22 de mayo. "Esta tarde, con gran espontaneidad, me habló de su vida, de su infancia, de lo que ha buscado inútilmente cuando cortó sus estudios y viajó por Europa.

Pues, en camino para reunirse con su madre; partió ayer en el vapor, con rumbo al Este y transportada por favorables vientos hacia aquélla que, sin duda, la espera con los brazos abiertos. La señora de Ponce permaneció inmóvil. El coronel sintió que su pecho se encogía poco a poco, pero apoyose contra una silla, y se esforzó en ostentar una galantería caballeresca unida a la severidad del togado.

Una noche en que había mucha gente y ruido en la cantina, ella entró para sacarle de allí, pero únicamente logró despertar la grosera galantería de los alborotadores semiborrachos, y cuando, por fin, consiguió ya llevárselo a su habitación con sus espantados hijos, él se dejó caer sobre la cama como aletargado, lo que le hizo creer que el licor tenía algún narcótico.

Entonces, tomando Currita el bouquet que tenía Martínez delante, tuvo la exquisita galantería de ponérselo ella misma en el ojal, repitiendo la acostumbrada frase de las floristas parisienses: Monsieur... Fleurissez votre boutonnière...

Para no desmentir la franca galantería de los de su clase, insistió en trocar su propio caballo, llamado El Cinco, por la mala mula que montaba la Duquesa; pero ni aun esta acción despertó simpatía alguna entre los de la comitiva errante.

El arte, más severo nada hubiera podido objetar; pero no hallé otra cosa. He hecho propósito firme de no faltar á la verdad, ni aun por galantería, ni aun por gratitud.

Palabra del Dia

deshice

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