United States or Costa Rica ? Vote for the TOP Country of the Week !


Serio, grave, pocos habían visto una sonrisa en su cara angulosa, cubierta por una tez apergaminada y morena, casi negra; no obstante, era decidor y alegre en las horas de ocio, y más de una de sus aventuras, casi novelescas, entretuvieron largas horas de espera en las correrías que juntos teníamos que emprender todas las noches, ya siguiendo la pista de algún pícaro que andaba estudiando la sección, o ya buscando la de algún asesino que, después de cometer una fechoría, se nos había escapado de entre las manos.

Y fué el fin de esta historia, que en Septiembre del año 1640 fué condenado el padre maestro á reclusión perpetua en el convento, donde se dice que murió muchos años después, contrito y muy arrepentido de su fechoría.

No diga usted nada, Polidora; se lo ruego... Hay que enseñar a don Máximo a no ser curioso. Tendré que contar, ciertamente, su fechoría de usted a su señor padre respondió el ama de gobierno. Nada me impedirá cumplir con mi deber. Elena respondió con dulzura: Hará usted bien. Y dirigiéndose a Luciana, le preguntó si le gustaban las flores e hízole admirar las que formaban su ramo...

La madre que hizo esa fechoría tuvo por marido, es decir, por padre legal de la novia, a un estafador, huido de su patria después por temor a la justicia; y esto lo sabe también ese Madrid que murmura y alborota; la misma mujer, que fue desleal, infiel, antes de casada, continuó siendo esposa adúltera; y cuando enviudó, no tuvo el diablo por dónde desecharla.

Esto es imposible; pero lo que no es imposible es la igualdad ante la ley. Nueva retirada, nueva trinchera; vamos allá. La ley dice: el que contravenga sufrirá la multa de mil reales, y en caso de insolvencia diez dias de cárcel. El rico paga los mil reales, y se rie de su fechoria; el pobre que no tiene un maravedí, expia su falta de rejas adentro. ¿Dónde está la igualdad ante la ley?

El contrabandista, gracias a su profundo conocimiento de los puertos de la sierra y de las veredas que van de Dagsburg a Sarrebrück y de Raon-l'Etape a Basilea, en Suiza, siempre se hallaba a quince leguas de los sitios donde había sucedido alguna fechoría.

Ahora pida usted perdón de su fechoría que no conozco ni quiero conocer. Clarita dijo Tristán mirando a su prometida que continuaba tapándose los ojos con la mano , perdóname lo que te he dicho. Te juro que te adoro, que te quiero con toda mi alma... ¿Cómo? ¿Cómo...? ¿Qué modo de pedir perdón es ese...? Hágame usted el favor de hacerlo como se debe.

También lo era el viejo Cadmo, con su mitra de fenicio y su barba anillada, gran ladrón de mar, que iba esparciendo, de fechoría en fechoría, el arte de escribir y las primeras nociones del comercio.