Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 9 de junio de 2025


¡El hermano cura! repetí yo con extrañeza; ¡qué raro! ¿Es así como llaman aquí a su párroco? No, señor, me respondió el sacerdote, antes le llamaban aquí, como en todas partes, el señor cura; pero a me desagrada esa fórmula, demasiado altisonante, y he rogado a todos que me llamen el hermano cura: esto me da mayor placer. Es Vd. completo. ¡Y yo que he venido llamando a Vd. el señor cura!

Volvióse el joven, y vió junto á él una mujer de buena estatura, de buen talante, de buen olor, completamente envuelta en un manto negro. ¡Seguid, seguid adelante! dijo la dama con doble impaciencia ; y no hagáis extrañeza ninguna, que me importa. Yo os explicaré... ¡pero seguid! Y la tapada levantó por misma la halda de la capa del joven, y se asió á su brazo y tiró de él.

No mostraba la menor extrañeza cuando veía una buena comida sobre la mesa, y era demasiado discreto para preguntar a su mujer cómo la había logrado. Si la comida era magra, se condolía humorísticamente y sonreía a la mala fortuna como otras veces a la buena. Cuando Germana empezó a toser, bromeó alegremente sobre tan mala costumbre.

Sonaba la música en el inmediato corredor, junto a la puerta del camarote. «Hoy es domingo», pensó, en la torpeza del despertar. Pero una extrañeza repentina disipó las últimas brumas de su sueño. Hizo un rápido cálculo de días. No, no era domingo. Además, la música sonaba alegremente una especie de diana de caballería que no podía confundirse con el solemne coral luterano.

Hizo una pregunta en voz baja al croupier, y se repitió la explosión de regocijo. Las mujeres se mostraban las más expansivas al pensar que su burla, pasando por encima de Spadoni, podía herir á la que lo había puesto allí. El gesto de extrañeza del músico ante esta hilaridad sólo sirvió para prolongarla escandalosamente. Todos reían por contagio viendo su cómico asombro.

Doña Blanca no se calló sobre este punto, y varias veces manifestó al fraile su extrañeza; pero el fraile le contestaba: Hija mía, piensa lo que se te antoje. Yo no quiero calentarme la cabeza explicándotelo. Bástete saber que yo tengo á D. Fadrique por muy amigo, aunque incrédulo, como él me tiene por muy amigo, aunque fraile. Cavilando en ello me asusto, y prefiero no cavilar.

Los periódicos de la capital anunciaron la llegada de la generala Martínez, «digna compañera del héroe de Cerro Pardo»; y pocos días después ocurrió el hecho inaudito, inexplicable, que produjo más emoción y extrañeza trañeza en el país que la mayor parte de las revoluciones anteriores.

Notaba sin extrañeza el pobre hombre que se le reproducían los fenómenos internos que había sentido por la mañana, con el concurso de otros que le eran enteramente desconocidos; y digo sin extrañeza, porque todo aquel revoltijo de sensaciones y de desconciertos le parecía poco, como obra de la extraordinaria situación en que se hallaba colocado.

Serían entre cuatro y cinco de la tarde, cuando se llegó al brasero: donde se vieron juntas pasadas de treinta mil almas; habiendo concurrido de todo el Reino muchos de la payesía a la extrañeza de la función. Estaba aquel dilatado espacio, ocupado todo de muchas tiendas, tablados, coches, calesones, carros, que por entre la gente hicieran una alegre perspectiva a no ser tan funesta la función.

Tal vez la extrañeza de verle; de seguir esta conversación que evoca mi pasado después de tantos meses de calma... No hable usted; no diga nada, por favor. Usted tiene la rara habilidad, sin saberlo, de hacerme hablar, de recordarme lo que deseo tener olvidado... A ver, deme usted el brazo, paseemos por el jardín: esto me sentará bien.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando