Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de mayo de 2025
Ya vives en tu Madrid, donde has hecho tantas picardías... ¡A saber si estarás engañándome con alguna, grandísimo ladrón! Después de estas explosiones de ira se apelotonaba contra él, humilde y tímida. Es porque tengo miedo de perderte, de que otra me quite a mi hombre. Quisiera asegurarte para siempre, tenerte atado de una patita como un jilguero.
Tenía aterrados a muchos de los emigrantes con sus amenazas y explosiones de mal humor. Otros admirábanle por la insolencia con que protestaba a gritos de la calidad del rancho y de todos los servicios del buque, atreviéndose a insultar a los oficiales, que no podían entenderle.
Mezclado Ojeda con las gentes que presenciaban este espectáculo, fijó más su atención en las explosiones de la alegría infantil que en los asaltos del mar. Los niños se agitaban alborotando a la llegada de las olas. «¡Otra!... ¡otra!», gritaban con trémula alegría al ver desarrollarse ante la proa una nueva colina azul.
Esta circunstancia arroja clara luz sobre aquellas pruebas de intolerancia, puesto que, comparándolas con ellas, demuestran generalmente la benevolencia de la Inquisición y los razonables principios artísticos, en que se fundaban, ya que al lado de esas explosiones de celo religioso campean otras de distinta índole, tanto más libremente, cuanto provienen de unos católicos y se dirigen á otros, prontos á escandalizarse por cualquier motivo poco importante.
Un permiso inesperado.... Una breve comisión en París.... Veinticuatro horas nada más.... No pudo seguir hablando. Los dos se habían abrazado, balanceándose con las explosiones de su alegría. Empezó á rasgarse el silencio con unos besos sonoros y escandalosos como los taponazos del champaña. La vieja se levantó, ceñuda y grave. Allí estaba de sobra una persona; no necesitaba que se lo dijesen.
Sólo por la disminución del gobierno espiritual de la Iglesia y del gobierno temporal de los príncipes, y en la medida en que se lograban al influjo de la filosofía y de las ciencias renacientes, por explosiones sucesivas de los doblemente oprimidos y explotados, ha venido acrecentándose la capacidad humana por la vida humana.
Por fortuna, este bote, en el que podían tomar asiento hasta ocho personas, sólo estaba ocupado por tres: Gillespie, el oficial y un marinero. El paquebote, acostándose en una última convulsión, desapareció bajo el agua, lanzando antes varias explosiones, como ronquidos de agonía. La soledad oceánica pareció agrandarse después del hundimiento de esta isla creada por los hombres.
Pero de tiempo en tiempo sentíamos las explosiones causadas por las minas en las rocas que taladraban en el fondo de la selva algunos peones, abriendo un camino carretero por en medio de abismos.
El estruendo de las explosiones, completamente nuevo para la mayor parte de este gentío, le hizo huir con más rapidez que el miedo al coloso. Gillespie no quiso dejar que sus enemigos continuaran ejercitándose en el manejo de la artillería, y tomó el achicador que estaba en el fondo de su barca.
La guerra se mostró á los ojos de Desnoyers con toda su cruel fealdad. Había hablado de ella hasta entonces como hablamos de la muerte en plena salud, sabiendo que existe y que es horrible, pero viéndola tan lejos... ¡tan lejos! que no infunde una verdadera emoción. Las explosiones de los obuses acompañaban su brutalidad destructora con una burla feroz, desfigurando grotescamente el cuerpo humano.
Palabra del Dia
Otros Mirando