Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de mayo de 2025
Pero en medio de su inmensa tarea, no cesaba de tener corazonadas pesimistas, y exclamaba con tristeza: «¡Si me parece mentira!... ¡Si yo no he de verlo!...». Y este presentimiento, por ser de cosa mala, vino a cumplirse al cabo, porque la alegría inquieta fue como una combustión oculta que devoró la poca vida que allí quedaba.
Mientras duró esta breve conversación los amigos de Tristán se burlaban de lo lindo, aunque en voz baja, del paisano. «¡Guardias, socorro!» exclamaba uno . «Tome usted la cartera. ¡No me haga usted daño por Dios!» decía otro llevando la mano al bolsillo . «Pues habla en diminutivo con mucha dulzura.» «Será un bandido generoso como Diego Corrientes.» «Mirad qué pálido se ha quedado Aldama.»
¡Nada! ¡nada! exclamaba fuera de sí. Treinta años cumplidos, y si falta un dia, no quiero. El caballero tuvo que mudar de conversacion, é hizo perfectamente, porque es seguro que si no deja el tema comenzado, hay en la tertulia un soponcio. Yo miraba á la vieja diciendo para mí: ¡qué imbecilidad! Luego miraba á la muchacha, y decia: ¡qué lástima!
¡Su alma, señor cura, su alma sobre todo! exclamaba con angustia que hubiera roto un corazón de piedra.
Por lo tanto, era de buena fe liberal en los años nulos, porque acababa de leer y exclamaba: tiene razón; y después ha sido realista de buena fe en los años válidos, porque lee la Gaceta y exclama: ¡ya se ve que dicen bien!
Eso no es para mí exclamaba . Que me traigan mi baño. ¡Yo no puedo vivir sin baño! Que me saquen de esta pocilga; que me traigan mis vestidos, mi coche; que venga Joaquín...». Todo fue inútil para calmarla; pero al fin el exceso de la irritación trajo a la mañana siguiente el agotamiento y con él la remisión de un mal tan penoso. No obstante, era de todo punto imposible hacerle tomar alimento.
Luisa deliraba; sus hermosos ojos azules, en vez de objetos reales, no veían mas que sombras, ya danzando por la meseta, ya suspendidas de la maleza, ya posadas en la antigua torre. ¡Aquí están los víveres! exclamaba de vez en cuando la desdichada joven.
En seguida comenzaba a disertar sobre los druidas, sobre Odin, Brahma y Pitágoras, haciendo citas latinas y griegas, anunciando la transformación próxima de los del Harberg en lobos, zorros y animales de todas clases. Yo exclamaba seré león, y comeré quince libras de carne de vaca todos los días.
Así, pues, su amor ¿no era una ilusión, Amaury? ¿No está usted viendo mi alegría? exclamaba éste. Y usted ¿no ve mis lágrimas? replicaba ella.
¡Y pensar que es un imbécil! exclamaba con la franqueza de la emoción . Todas sus facultades las ha deformado y aglomerado, concentrándolas en la música, sin dejar nada para los demás... No importa; es un idiota... pero un idiota sublime.
Palabra del Dia
Otros Mirando