Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de junio de 2025


Era también la hora en que el squire prefería hablar en voz alta, repartir rapé y palmear las espaldas de los invitados a seguir sentado frente a la mesa de «whist». Esta preferencia exasperaba al tío Kimble que, estando siempre alegre en las horas de los negocios serios, se ponía grave y hasta violento cuando se trataba de jugar y beber aguardiente.

Hacia el fin de agosto, Juan se hallaba solo en el gran escritorio de la cristalería de Creteil. Era uno de esos días de calor deprimente, que parecen retardar el transcurso de las horas lentas. Aquella atmósfera tempestuosa, que pesaba sobre la Naturaleza, haciendo cesar el canto de las aves y el murmullo de las hojas, exasperaba los nervios enfermos del joven.

En las frases de su amigo, le habían conmovido dos palabras: tus enemigos. Hasta entonces había acusado de su infortunio á la casualidad y la oscuridad impenetrable que rodeaba su pensamiento había contribuído á apaciguarle. El misterio, que al principio le exasperaba, fué después una causa de resignación.

Tirso continuaba dando gracias a Dios después de las comidas. Lo que más exasperaba a Pepe, era el abandono en que ambas tenían al padre, pareciéndole mentira que fuesen las mismas mujeres, antes solícitas en el cuidado hasta la exageración, siempre opuestas a todo lo que fuese salir, ahora despegadas y ávidas de callejear.

Toda su sangre fría la había abandonado. Cometió ligerezas sublimes que trascendían a desesperación. Ya no era bastante para ella socorrerme lo más cerca posible, prestarme ánimo cuando desfallecía, calmarme si me exasperaba. Notaba ella que su recurso mismo contenía llamas, y se empeñó en apagarlas vigilando hora tras hora mis pensamientos más secretos.

Arriba, en las habitaciones, un lujo ultramoderno, frío y glacial á la vista, con paredes blancas y vidrieras de pequeños rectángulos, exasperaba á Desnoyers, que sentía entusiasmo por las tallas complicadas y los muebles ricos de su juventud. El mismo dirigió el arreglo de las numerosas piezas, que parecían siempre vacías.

Leonora parecía embriagada por el perfume viril de aquellas amenazas de pasión salvaje. Rafael, al ver cabizbaja y silenciosa a la artista, creyó que la habían ofendido sus palabras, y se arrepintió de ellas. Debía perdonarle, estaba loco. Se exasperaba ante su resistencia inexplicable. ¡Leonora! ¡Leonora! ¿A qué empeñarse en estorbar la obra del amor?

No satisfacían sus esperanzas. Y en ese ardiente anhelo que se exasperaba, en razón de su infructuosidad, se agriaron.

Como muchos hombres inflexibles y violentos dejaba que el mal creciera al favor de su propia negligencia, hasta que se accediera con una fuerza que lo exasperaba. Entonces se volvía de un rigor feroz, y su dureza se tornaba inexorable.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando