United States or Guatemala ? Vote for the TOP Country of the Week !


Todos los dias se registran procesos escandalosos capaces de desconsolar al filósofo que ménos crea en la perfectibilidad del humano linaje; se suceden unas á otras las bancarrotas que ponen en desolacion á las familias y asustan al observador; los suicidios se repiten con una tremenda frecuencia que pone susto en el alma: los tribunales se ocupan casi sin tregua en conocer asuntos infamantes que reprueba toda moral, por poco sólida que sea: y todos estos actos que acabo de enunciar pasan á la luz del dia y se registran en las estadísticas: ¿quién será capaz de ocuparse de las acciones que no se juzgan, de las escenas secretas que desgarran el alma todos los dias en el interior de las familias?

He visto por mismo las universidades y escuelas de Suiza, casi en su mayor parte: he leido las estadísticas, he comparado, y encuentro que la Francia está muy atras, sumamente rezagada, y á una larga distancia de la Suiza. Tan extendida está la instruccion en la antigua Helvecia, que es sumamente difícil, sino imposible, encontrar un hombre del pueblo que no sepa leer y escribir.

De Pandan, y tras un larguísimo viaje, regresamos al puerto de llegada, ó sea Calolbon, en donde nos embarcamos para Legaspi, cansados de cuerpo y abatidos de espíritu al ver el atraso en que se encuentra la isla de Catanduanes. La falta de una cifra en sus estadísticas nos reconciliaba hasta cierto punto con el estacionamiento de aquellos pueblos.

¿Dónde van tan precipitados esos miles de carruajes que se atropellan en tumulto los unos tras los otros? ¿Por qué tanto ruido, tanta alegría? ¿Dónde está Dios? ¿le habeis visto en Paris?... Y las estadísticas de los tribunales, ¿las habeis consultado con detencion? ¿ Visitais la Morgue y la buhardilla del obrero al salir de la Opera ó de casa de Vachette?

El comercio, ayudado por la creciente producción de tan fértil suelo, aumenta rápidamente, facilitando la exportación de los productos que arroja un crecido superavit sobre la importación, según se demuestra en las siguientes notas estadísticas. Importación. Exportación Años. Pesetas. Pesetas. Promedio 21.431.739 22.247.914 Promedio 21.176.528 28.846.583

Si hubiera de hacerse un estudio comparativo y minucioso de la manera en que la población se ha distribuido en España, se obtendría mas de una enseñanza interesante. Prescindiendo de Cataluña, país tan excepcional, se ve, por ejemplo, una profunda diferencia en la fisonomía y las condiciones estadísticas de dos grandes regiones que se tocan: las Andalucías, y la Nueva Castilla con Estremadura.

Hasta qué punto podían trastornar la inteligencia del adulto los terrores teológicos, implantados en el espíritu del niño colonial por los frailes españoles, lo sabemos por la historia de las guerras de religión; y hasta qué punto podían aplastar literalmente a los espíritus débiles de los indios y de los mestizos podemos inferirlo de las estadísticas de los manicomios, y por el augusto caso de aquel pobre Carlos II el Hechizado, que, de miedo al diablo, dormía cubierto de reliquias, rociado con agua bendita y con un fraile a cada lado de su cama.

Si se estudian las estadísticas de la vida moral de Paris se ve que las cifras desconsoladoras y terribles se aumentan cada año: los matrimonios deshechos, los suicidios, las nuevas casas de juego, las grandes fortunas que se desploman, las aterradoras miserias que aparecen, los procesos de los tribunales que se duplican, las casas de correccion que se llenan, en una palabra, los datos que cada año se publican referentes al estado moral de la sociedad de Paris, son bastantes para desalentar el ánimo y casi postrar la fe en el progreso.

Emma, con verdadero pánico, se agarraba, como un náufrago a una tabla, a la esperanza de que aquello era imposible. Aguado, con estadísticas que no necesitaba ir a buscar fuera de su clientela, demostraba que imposibles de aquella clase le habían hecho pasar a él muchas noches en claro.

Estas dos cifras hablan muy alto en favor del estado intelectual de España: fíjense bien los que pretendan hablar de nuestro pais en esas dos estadísticas, que son las que mejor traducen el estado intelectual de un pueblo. El número de periódicos políticos y literarios de todo género que se publicaban en España en 1856 fué el de doscientos ochenta.