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Actualizado: 19 de mayo de 2025
A la mañana siguiente, cuando Lucía fue a despertar a Pilar, retrocedió tres pasos sin querer. Tenía la anémica la cabeza enterrada de un lado en las almohadas, y dormía con sueño inquieto y desigual; en las orejas, pálidas como la cera, resplandecían aún los solitarios, contrastando su blancura nítida con los matices terrosos de las mejillas y cuello.
En el camino mismo del combate nos esperaban cubanos triunfadores: se echan de los caballos abajo; nos abrazan y nos vitorean; nos suben a caballo y nos calzan las espuelas; ¿cómo no me inspira horror la mancha de sangre que hay en el camino? ¿ni la sangre a medio secar de una cabeza que ya está enterrada, en la cartera que le puso de almohada un jinete nuestro?». «Ya duerme el campamento: al pie de un árbol grande iré luego a dormir, junto al machete y el revólver, y de almohada mi capa de hule: ahora, abro el jolongo y saco de él la medicina para los heridos. ¡Qué cariñosas las estrellas... a las tres de la madrugada!
He aquí lo sucedido: Una joven marquesa de Saint-Point, a la que se creyó muerta a causa de un prolongado desvanecimiento, acababa de ser enterrada en una fosa abierta en la bóveda de la sepultura; ya la piedra que debía cerrarse bajo los pies del sacerdote estaba colocada sobre el sepulcro.
De la madre, para quien no tiene Lope en sus obras ningún recuerdo de filial amor, sólo sabemos que fué enterrada en 22 de septiembre de 1589. ¡Dios sabe lo que habrá sufrido la pobre mujer en sus últimos años con las lozanías y desórdenes de su turbulento hijo!
Poco tiene de notable el templo de la parroquia de San Juan; su torre que data desde 1342, parece hallarse levantada sobre un torreón árabe, que, con otros dos de igual orden que se hallaban donde hoy está el ex-convento de Dominicos, y otro denominado la Torre del Redentor, formaban el punto mas fuerte de Teruel que se llamaba la Ciudadela; el templo se renovó a principios del siglo 18; sus altares respiran regular gusto artístico: fue profanada esta Iglesia por las tropas a las que sirvió de cuartel, pero después fue renovada y restaurada celebrándose en memoria de esto último una solemne fiesta el día 7 de Febrero en que se abrió nuevamente al culto, habiéndose encontrado enterrada, no sabemos con que objeto una imagen de Jesucristo, que mas tarde fue restablecida en la mayor veneración por su hallazgo, y devoción general de los teruelanos.
Estará aquí el tiempo que exige la ley, y luego, esa señorita que es su heredera la trasladará al panteón del cementerio de Passy, donde está enterrada su madre. Duda un poco examinando los montículos, y al fin se detiene ante uno de ellos, quitándose el sombrero. Aquí es.
La mula quedó casi totalmente enterrada en fango, y cuando el arriero vió tal cosa, y que la galera se había inclinado de un lado, hincando el eje en el suelo, se puso hecho un demonio: llamó en su auxilio á todos los santos del cielo y á todos los demonios del infierno, se tiró de los cabellos y hasta empezó á darse latigazos de rabia.
Magdalena, según ya hemos dicho, debía de ser enterrada en Ville d'Avray, porque al doctor le parecía que allí, en un cementerio de aldea, oscuro y desierto, le pertenecería su hija más que en una necrópolis de la gran ciudad. Los convidados que formaban el cortejo y que venían a ser los mismos que concurrieron al baile, no se sentían con ánimo de acompañar a la muerta hasta su última morada.
Otro uso del nitrato es en la manufactura del ácido nítrico y últimamente de varias clases de explosivos, de modo que no es difícil que la misma substancia enterrada en el suelo de Chile se lleve al extranjero, se transforme en explosivo poderoso, se devuelva a las colinas áridas de esta parte de la América del Sur y, con su fuerza titánica recién adquirida, se emplee para desalojar otras acumulaciones en otros yacimientos no muy lejos de donde originó.
»Tenga usted en mí, hermano mío, un poco de confianza y no deje que mi alma se consuma en tan triste soledad. Un espíritu débil que se asusta y que llora merece alguna condescendencia. »A veces llego a envidiar la suerte de Magdalena. Ella dejó este mundo siendo amada y ahora es feliz allá arriba, mientras que yo vivo enterrada en la soledad y el olvido, más odiosos que la tumba...
Palabra del Dia
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