Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de mayo de 2025
Creo que no nos dejará mal, porque en el fondo es un buenazo. A poco que se le raspe la corteza de hereje, sale aquella pasta de ángel de otros tiempos. Quédate con Dios. Volvió Jacinta al comedor. Si cumplió o no el encargo de Guillermina, lo veremos a su tiempo.
En éstas y otras, y devorados por los comensales, amén de los pucheros bien atacados, dos docenas de pollos en salsa, media arroba de carne estofada y una calderada de arroz con leche, repartió entre ellos don Simón un mazo de puros del estanco; encargó a cada uno de los doce subalternos el mayor esmero en el cumplimiento de la comisión que se les había dado; los favoreció con un afectuoso apretón de manos; pagó la comida a los diez y ocho, y los piensos de otros tantos caballos, más algunas herraduras que hubo que poner a tres o cuatro de los últimos; y seguido de la consabida media docena de personajes que formaban su estado mayor, bajó al corral.
El herido se incorporó al verme, y alzando su mano me dijo algunas palabras que resonaron en mi cerebro con eco que no pude nunca olvidar; ¡extrañas palabras! Aparteme rápidamente de allí y entraba por la puerta de la Caleta, cuando la de Rumblar, andando a buen paso tras de mí, me detuvo. Lléveme usted a mi casa. Si es preciso ocultarle a usted, yo me encargo.
Mi cabeza me producía una sensación extraña, como si no fuese exactamente la mía, sino, más bien, una cabeza parecida, que alguien me hubiese dado el encargo molesto de transportar hasta España. Juzgando con esta cabeza, tomé por una gran actriz a una señora que hablaba siempre de un modo muy enfático; pero ella me sacó pronto de mi error.
Pero era el caso que para ir, en esos tiempos, a Ica se gastaba muchos días y se corrían mil peligros; y como las bodegas no podían quedar cerradas o a merced de un dependiente, resolvióse a venderlas, comisión que encargó a un español llamado Vilches, que era su compadre y hombre para ella de toda confianza.
Echa a correr, da unos cuantos paseos por la huerta, y al cabo de un rato está ya sereno. Trabaja bien, me ayuda mucho, y, como usted habrá visto si le ha oído, es de encargo para dar consejos. Parece un santo y un filósofo. Yo le quiero al pobre Canencia. Vino por cuestiones y pleitos con sus hijos... Historia larga y triste que no es de este lugar.
Al apoderado de casa dejo encargo de poner en sus manos esa cantidad el 5 o el 6 del próximo, pues para entonces ha de cobrar ciertas cantidades de unos censos de Zafra. Descuide usted, que no le faltará.
Enviose a llamar acto continuo al confesor de doña Gertrudis, y María se encargó de prepararla. ¡Caso raro! Doña Gertrudis, que durante su vida había pedido infinitas veces que le trajesen un confesor, sintiose sobrecogida, llena de espanto, cuando su hija le manifestó que debía disponerse.
Los villanos á este tiempo ya habian vuelto las espaldas y desamparado el puesto que se les encargó, y tras ellos muchos soldados de quien Miguel tenia alguna confianza, y así se vió en un punto sin pelear vencido. Perdió el guion, y aunque con voces, y ruegos procuró detener los que huian, no fué oido ni creido.
Malo era que su hija se perdiese y malo también que, tratando con señores, en vez de traer dinero a casa, se empeñase, y tuviese que pasarse las noches haciendo pitillos de encargo para poder comer. ¡Y mucho de flores! ¡Y mucho de chambras con puntillas! ¡Qué necesidad!
Palabra del Dia
Otros Mirando