Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de junio de 2025
Miró entonces a la suela, y estaba esta limpia, flamante, como si jamás se hubiera puesto en contacto con el suelo, ni sufrido la presión de la más ligera golondrina... ¡Hum!... ¿Si resultaría después de todo que el tal Jacobito era un grandísimo embustero, que le había encajado una sarta de mentiras?...
Sí, Catalina. ¿Quién hubiera nunca pensado que los alemanes entrarían por allí? ¡Un desfiladero casi impracticable para los peatones, encajado entre rocas cortadas a pico, en el que hasta los pastores a duras penas pueden bajar con sus rebaños de cabras!
El buen hombre me atavió un troton mas duro que las piedras, que cargó conmigo con la mejor voluntad de que es capaz un rocin; y por su parte se echó á andar á buen paso, caballero en una yegua de humor apacible y dócil, encajado entre las maletas y el baúl que componian mi modesto equipaje.
Godfrey prosiguió: La cantera se ha secado bruscamente, supongo que a causa de un drenaje; y estaba allí... estaba allí desde hace diez y seis años; encajado sobre dos piedras... con su reloj y su sello, con mi látigo de caza de pomo de oro, que tiene mi nombre grabado. Lo tomó sin pedírmelo el día en que montó a Relámpago, para ir de caza, la última vez que lo vi.
Algunos días el Delfín ofrecía regalos y dinero a su amante; pero esta no quería tomar nada. Se le había encajado en la cabeza una manía estrambótica, de que ambos se reían mucho, cuando ella la contaba. Pues la manía era que Juanito no debía ser rico.
No me halagaba mucho aquel papel de cachetero que se me concedía y casi por caridad; pero con el deseo de poner algo de mi parte en aquella empresa feroz tan pronta y felizmente rematada, aceptéle de buen grado, y hasta sentí muy grande complacencia en ver que con un balín de mi revólver encajado en el oído de la osa, la había producido yo las últimas convulsiones de la muerte.
Respondióle que un beneficiado de aquel pueblo, que tenía gentil caletre para semejantes invenciones. -Yo apostaré -dijo don Quijote- que debe de ser más amigo de Camacho que de Basilio el tal bachiller o beneficiado, y que debe de tener más de satírico que de vísperas: ¡bien ha encajado en la danza las habilidades de Basilio y las riquezas de Camacho!
Este don Quijote, o don Tonto, o como se llama, imagino yo que no debe de ser tan mentecato como Vuestra Excelencia quiere que sea, dándole ocasiones a la mano para que lleve adelante sus sandeces y vaciedades. Y, volviendo la plática a don Quijote, le dijo: -Y a vos, alma de cántaro, ¿quién os ha encajado en el celebro que sois caballero andante y que vencéis gigantes y prendéis malandrines?
Lo ocurrido es muy natural; la desvergonzada mozuela se ha encajado en la iglesia, no vestida humildemente, según su clase, sino con el lujo escandaloso de las mujeres cortesanas que bullen en las grandes ciudades y que son la perdición de los hombres. ¿De dónde ha salido el traje que llevaba puesto? Aquí nadie lo ignora. Era regalo de usted. No he de negar yo que era regalo mío.
Pesia diez, la Iglesia ha de ser la primera. No bien se lo dijeron, cuando se sentó. Ya, cuando vio mi amo que todos se le habían encajado, comenzóse a afligir. Repartiéronlo todo y a don Diego dieron no sé qué huesos y alones diciendo que «del cabrito el huesecito y del ave el aloncito» y que el refrán lo decía. Con lo cual nosotros comimos refranes y ellos aves.
Palabra del Dia
Otros Mirando