Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 28 de mayo de 2025


Viendo lo cual el gran gobernador, preguntó al acreedor qué respondía a lo que decía su contrario; y dijo que sin duda alguna su deudor debía de decir verdad, porque le tenía por hombre de bien y buen cristiano, y que a él se le debía de haber olvidado el cómo y cuándo se los había vuelto, y que desde allí en adelante jamás le pidiría nada.

Explicaré lo que esto significaba y á dónde iba con su cuerpo aquella tarde el desventurado Don Francisco. El día mismo en que cayó malo Valentín, recibió su padre carta de un antiguo y sacrificado cliente ó deudor suyo, pidiéndole préstamo con garantía de los muebles de la casa.

Los unos tenían una cruz, los otros un garabato, los de más allá una llamada, y los menos, las frases no paga, pagará, va pagando, ya pagó. ¿Qué significaban pues el garabato y la cruz? Misterio insondable. En una misma página se mezclaban gastos e ingresos: aquí aparecía Fulano como deudor insolvente, y dos renglones más abajo, como acreedor por jornales.

Y esto en su casa, donde el interés no era rosca que asfixiaba al deudor; donde había prórrogas para los apuros, y eran los préstamos favores de amigo más que negocios de prestamista inexorable. ¡Qué no sucedería, qué llagas no se verían al descubierto en los antros de la usura, a donde se acude en los grandes ahogos, y se pactan, a trueque de salir de ellos, los mayores saqueos y pillajes?

Y después serían muy amigas, y a paseo irían juntas, y llegarían a burlarse juntas del ridículo señor de las patillas, su deudor y esposo respectivamente... y hasta llegaba a pensar en los cuernos que su señora tía acabaría por ponerle al infiel administrador, ¿con quién?, con el primo Sebastián, por ejemplo.... Y hasta enredaba la madeja en su fantasía de modo que resultaba que ella, Emma, tenía alguna culpa en la desgracia de su tío... y ¿qué?, mejor. ¿No la había él engañado a ella? ¿No la había robado?

El notario iba pensando en esa justicia inmanente, para la cual no hay prescripción y que obliga, un día u otro, al deudor insolvente a remover las cenizas del pasado en que debe encontrar el pagaré en descubierto. El invierno va a ser crudo este año decía el uno. La cosecha de remolacha no va a ser mala decía el otro.

El Universo entero es nuestro deudor; nosotros le proveemos de ideas desde hace trescientos o cuatrocientos años, y no nos ha dado nada en cambio. ¡Cuando pienso que ni siquiera tenemos las islas Jónicas! Ya las han tenido, capitán, y no han querido conservarlas. ¡Ah! ¡si yo tuviese mis dos piernas! ¿Qué haría usted, capitán? preguntó la señora de Villanera. ¿Qué haría, señora?

Pero como entre ellos figuraban corredores de Bolsa, que se veían gravemente comprometidos de no proceder inmediatamente contra el deudor, en el cortejo fúnebre se hablaba de embargo, añadiendo que tal vez a aquellas horas estaría el Juzgado haciendo el inventario de la tienda. Y era verdad.

Jugó a la alza, cuando ésta se mostraba firme, y de repente la baja se pronunció, sin saber cómo ni por qué, arrastrando en su caída a muchos incautos, él entre ellos; quedó deudor de cierta suma, a pagar dentro de las veinticuatro horas, no se atrevió a acudir al padre, esperando resarcirse en otra jugada, y para salir del paso valióse del usurero.

¡Cómo es eso, si el mes pasado me ha pagado usted cien mil escudos! repuso el Conde. ¿Yo? Evidentemente; ya no tengo ningún pagaré de usted, pues todos han sido satisfechos, y nada me debe. Eso es imposible. Vea usted a mi notario y él se lo probará. El deudor, que ya no lo era, fue a verme, en efecto, y no podía salir de su asombro. Es una gran suerte para usted le dije.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando