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Actualizado: 4 de junio de 2025
No porque esta tolerancia estuviese en contradiccion manifiesta con el motivo religioso que declaraba santa la guerra contra los infieles, y hacia aplicables á ella las gracias espirituales concedidas por la Iglesia á las cruzadas en Oriente, hemos de concluir que no la disfrutaron los mudéjares cordobeses, pues los de Toledo, Valencia y otras ciudades, la disfrutaron.
Dejaba entrever, examinando las causas, cuál había podido ser la conducta de Rafaela, pero no declaraba cuál en realidad había sido. Esto me hace pensar que el método con que hasta ahora voy escribiendo esta narración, más que de novela, es propio de historia.
Pero, acordándose que el valeroso Amadís no sólo se había contentado con llamarse Amadís a secas, sino que añadió el nombre de su reino y patria, por Hepila famosa, y se llamó Amadís de Gaula, así quiso, como buen caballero, añadir al suyo el nombre de la suya y llamarse don Quijote de la Mancha, con que, a su parecer, declaraba muy al vivo su linaje y patria, y la honraba con tomar el sobrenombre della.
En el pueblo se referían estupendas singularidades sobre sus doctrinas y facultades científicas, sosteniendo muchos que no todo lo que él hacía y decía era natural, sino en gran parte por inspiración y con auxilio del demonio; por lo cual, al hablar de sí propio, declaraba él que, si hubiese Inquisición aún, ya no viviría, porque le hubieran quemado vivo.
Uno de los temas de la conversación más frecuente entre los dos amigos, era la certidumbre de esa salvación: Silas confesaba que no podía llegar nunca más que una mezcla de esperanza y de temor, y escuchaba a William con una admiración llena de deseo, cuando éste declaraba que había tenido siempre la convicción inquebrantable de su salvación, desde que en la época de su conversación, había soñado que las palabras «llamado y sin duda elegido» se presentaban ante sus ojos sobre una página blanca de la Biblia abierta.
Por una parte la señora de Freneuse tenía á Sorege por un perfecto caballero que había ejercido saludable influencia sobre su hijo. Por otra, María declaraba que el amigo de su hermano le había desagradado siempre y que le creía más hábil que leal. En fin, lo que era más grave y verdaderamente interesante, la opinión del criado de confianza.
El Mosco soltaba estos apellidos con cierta unción, entre admirado de su gloria y orgulloso de haber conocido a los que los llevaban, y hacía un mohín de asombro al oír que Maltrana declaraba francamente no conocerlos. Por algo sospechaba que el periodismo estaba en decadencia. La admiración del Mosco se posaba en las más raras cualidades de aquellos genios.
No habiendo asestado sus tiros contra ese punto, no le había herido jamás seriamente. Y este niño, que lo era todo para su enemigo, según él mismo declaraba, estaba allí, á su disposición.... Adoptó una actitud terrible ante el lecho, como si quisiera aniquilar aquellos rehenes que la casualidad le había entregado, pero se contuvo.
Gabriel se vio atraído de nuevo por el afecto de sus admiradores de las Claverías. Le acechaban, le seguían, doliéndose de sus ausencias. No podían vivir sin él, según declaraba el zapatero. Se habían acostumbrado a escucharle; sentían el afán de «ilustrarse», y rogaban al maestro que no los abandonara.
»Es, pues, el caso que, como entre los amigos no hay cosa secreta que no se comunique, y la privanza que yo tenía con don Fernando dejada de serlo por ser amistad, todos sus pensamientos me declaraba, especialmente uno enamorado, que le traía con un poco de desasosiego.
Palabra del Dia
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