United States or Turkmenistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


En Atimonan recibimos el correo, este sale de Tayabas con dirección á Pagbilao los viernes; de aquel punto cruza toda la provincia, yendo á Atimonan, y de aquí sigue por toda la contra-costa á buscar á Calauad, para internarse después en la provincia de Camarines, y de aquí á Albay.

Que tus cordeles me amarren, Que tus uñas me desgarren Sombrío genio del mal! Que un fanal Alza otro genio divino, Alumbrándome el camino Que cruza el alma inmortal! Poeta, que cual sombra fugitiva Cruzaste por el valle mundanal, Duerme, mientras un hombre á tu sepulcro Llega á entonar un himno funeral.

La concurrencia comenzaba entonces, y tuvimos ocasion de colocarnos enfrente del pequeño teatro que hay en el fondo, cerca de la orquesta, de que formaba parte un negro muy elegante y muy lustroso. Probablemente aquel negro ganará más que los otros músicos, puesto que es de más efecto dramático. Una jóven, que ha venido sola, se llega á la orquesta y cruza dos palabras con el director.

Cruza su rico traje de terciopelo obscuro con pasamanería de oro una banda roja: al fondo hay un cortinaje rojo, y sobre un almohadón se ve el sombrero de terciopelo con plumas blancas. El enano, situado un peldaño más abajo que su amo, vuelve hacia éste la enorme cabeza: lleva amplia valona lisa y cadena al cuello; un delantal le cubre la parte inferior del cuerpo.

De prisa va el caballero... «Si fuese mío...» ¡Oh! hablar de vender el tapiz de Beauvais... La mirada del señor Desmaroy se cruza con la mía. Nuestras dos voluntades cruzan el hierro. La suya, un poco arrepentida de la reflexión que se le ha escapado; la mía bastante desdeñosa por la indiscreción cometida. Evidentemente mi antipatía se precisa.

Las dos tienen los brazos cruzados so el delantal; una cierra los ojos y echa la cabeza sobre el pecho; otra, las puntas del pañuelo cogidas en la boca, echa hacia atrás la testa y mira de cuando en cuando con los ojillos entornados... Pasan dos, tres estaciones; cruza el convoy sobre una redoblante plataforma giratoria. Las viejas se remueven sobresaltadas.

De repente se oye un crujido... ¿Qué es eso? ¿Qué pasa?... El timón se ha ido dice un marinero calado de agua, el cual cruza corriendo el entrepuente. ¡Buen viaje! grita ese loco de sargento; pero esto ya no hace excitar la risa. Gran barullo sobre el puente. La bruma impide verse. Los marineros van de un lado para el otro horrorizados, a tientas... ¡Ya no hay timón!

El suelo todo es podredumbre; el espacio todo luz: y he aquí que, de repente, la figura de Cristeta vestida de hilos de agua y rayos de luna entretejidos, cruza el éter impasible y angélica, dejando tras una estela de polvo luminoso. El alma de don Juan da un vuelco hacia ella, la alcanza, la detiene, y al tocarla queda convertida en estatua.

Mondragon, villa de 2,500 vecinos, es uno de los pueblos mas interesantes del tránsito. Desde que se cruza la cordillera se produce un pequeño sistema hidrográfico distinto, que tiende hacia el golfo de Gascuña, teniendo por principales elementos los bellos ríos llamados Deva, Arga, Bolívar, etc.

Momentos ántes de penetrar en la encantada ciudad, se cruza, en el ferrocarril por supuesto, un soberbio puente de piedra de media legua de largo, compuesto de 222 ojos, obra que costó veinte millones de reales: se llama puente de San Segundo. Le han construido para que el camino de hierro pudiera llegar hasta dentro de Venecia, como llega, pues el embarcadero está á la entrada del gran canal.