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Es seguro que el dinero que tomemos, por enrevesado que sea el método de tomarle, nos ha de costar lo mismo o más que por el método sencillo y expeditivo de emitir Treses. Trasmitida la operación al idioma pintoresco del vulgo, será siempre tirar de los pies a un ahorcado.

»En ese momento, Juancito, que se había bajado ya, montó de un salto y acercándoseme, me dijo: «Vamos, don Ricardo, no le conteste»; pero yo le dije: «No me insulte, Anastasio, porque le puede costar caro». Al oír esto, se entró rápidamente y volvió a salir, poniéndose el cuchillo en la cintura y con un amador en la mano, diciéndome: » Caro me lo van a pagar ustedes y al mismo tiempo gritaba hacia el interior: ¡Enfréname el bayo!

Noto que desde su llegada á Burdeos anda con un parche en un ojo, lo mismo que hizo la víspera de Poitiers. Pues ese parche va á costar mucha sangre, os lo digo yo. ¿Cómo fué lo de Poitiers, sargento? preguntó un joven arquero. ¡Cuéntalo, Simón! exclamaron otros. ¡Á la salud de Simón Aluardo! dijeron muchos empinando el codo.

El señor Melchor, que se había quedado fuera del mostrador como una cosa olvidada, oía, estremeciéndose, el sonido excitador del oro que contaba maese Longinos. ¡Me he perdido! exclamaba ; mi hombría de bien me ha puesto en el caso de no poder aguantar á mi mujer lo menos en tres meses; esta aventura me va á costar una enfermedad.

El cura, como era de esperar despues de lo que había hecho, no venía: aquel año estaba muy disgustado por haber tenido que servirse de toda su diplomacia y gramática parda á fin de convencer á los vecinos á que pagasen treinta pesos cada misa de aguinaldo en vez de los veinte que solía costar. Os estais volviendo filibusteros, había dicho.

Así como entró en la venta, conoció a don Quijote y a Sancho, por cuyo conocimiento le fue fácil poner en admiración a don Quijote y a Sancho Panza, y a todos los que en ella estaban; pero hubiérale de costar caro si don Quijote bajara un poco más la mano cuando cortó la cabeza al rey Marsilio y destruyó toda su caballería, como queda dicho en el antecedente capítulo.

En cambio, yo prometo curaros de ese amor homicida que se os ha metido por el alma, que es lo que más necesitáis y lo mejor que se puede hacer por vos. ¡Ay, don Francisco, que creo que este amor me va á costar la vida!

Inmediatamente dió órden á sus ingenieros que hicieran una máquina para izar fuera del reyno á estos dos hombres extraordinarios: tres mil buenos físicos trabajáron en ella, y se concluyó al cabo de quince dias, sin costar arriba de cien millones de duros, moneda del pais.

Contra hidalguía en verso dijo el Diablillo no hay olvido ni chancillería que baste, ni hay más que desear en el mundo que ser hidalgo en consonantes. Si a me hicieran merced prosiguió don Cleofás , entre Salicio y Nemoroso se habían de hacer mis diligencias, que no me habían de costar cien reales; que allí tengo mi Montaña, mi Galicia, mi Vizcaya y mis Asturias .

¡Y qué lástima de costera, hombre!... ¡Si había besugo pa aborrecelo!... Le digo á usté que esta inverná nos va á costar muy cara.