Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 15 de mayo de 2025


Doña Manuela contemplaba con fruición este espectáculo.

Gabriel paseó largo rato por la desierta plazuela, subiéndose hasta las cejas el embozo de la capa, mientras tosía con estremecimientos dolorosos. Sin dejar de andar, para defenderse del frío, contemplaba la gran puerta llamada del Perdón, la única fachada de la iglesia que ofrece un aspecto monumental.

»Desperté de pronto y la visión desapareció en el acto, volviendo a contemplar mis atónitos ojos el aposento a media luz, el blanco techo, la triste lamparilla y a mi lado el doctor, que silencioso y grave, con semblante impasible, pero con mirada terriblemente profunda, contemplaba a Magdalena dormida. » Ya ves que has hecho mal en reclamar tu turno me dijo fríamente.

Al fin, vencida de gusto por las caricias, extendió la cerviz y lamió con su áspera lengua la mano de la señora. Ya ves que no hay por qué tenerla miedo dijo riendo y secando la mano con el pañuelo. Pedro la contemplaba con sorpresa.

Y pálido y trémulo, se aproximó y puso sus labios en la frente de la criatura, mientras la dama le contemplaba con sonrisa provocativa y triunfal. La cita. Esta fue la tercera noche en que el conde de Onís apenas pudo cerrar los ojos. Nada más natural que en las dos anteriores estuviese agitado, calenturiento; pero ahora, ¿por qué? Todo se había resuelto como apetecía.

Dos lindas jóvenes, que contarían de unos diez y ocho a veinte años, bordaban en un mismo bastidor, casi enfrente la una de la otra mientras que una inglesa, situada junto a la ventana, las contemplaba con curiosidad cariñosa, olvidándose de reanudar la lectura del libro que tenía en la mano a la sazón.

Y si bajaba los ojos más, para que el otro no creyese que le contemplaba las manos, veía el pantalón que caía en graciosa curva sobre un pie estrecho, largo, calzado con esmero ultra-vetustense. No podía haber pecado ni cosa parecida en reconocer que todo aquello era agradable, parecía bien y debía ser así.

Ojeda contemplaba al «doktor» con cierto asombro. Iba a América contratado por un gobierno para dar lecciones de química en la Universidad del país.

El notario permaneció frío ante aquel impetuoso entusiasmo un poco intempestivo, y echando una mirada pensativa al fino perfil de la joven que contemplaba las estrellas, murmuró: ¡Yo no! Liette hizo un gesto de impaciencia. Otra vez me he equivocado.

Sánchez Morueta contemplaba con admiración á su primo. ¡Ah; su Luis! ¡Que hombre!... Su pensamiento tímido y fluctuante sentíase arrastrado por las palabras del médico. Le entusiasmaba aquella apología de la actividad universal.

Palabra del Dia

bagani

Otros Mirando