Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de mayo de 2025


Así, pues, el Conde desistió de escribir a doña Beatriz por razones de prudencia y estrategia amatoria, y desistió de escribir a Inesita por más delicadas consideraciones. Mas no por eso desistió de conocerlas y tratarlas a las dos.

Los hermanos de Maud acababan de entrar y estaban desarticulando los hombros de los visitantes de su padre á fuerza de hercúleos apretones de manos. Tragomer y Marenval aprovecharon la confusión para desaparecer. Al pasar oyeron á miss Maud que decía á Jacobo, sentado á su lado: Su madre de usted y su hermana no deben vivir esperando el resultado definitivo de esta empresa... Quisiera conocerlas.

Me has dicho algunas veces que tu posición y tu género de vida no te han permitido tratar ni conocer a fondo señoritas de esas a quienes el no tener que pensar en nada serio hace frívolas y vanidosas. ¿En qué consiste, pregunto yo ahora, que no habiendo podido conocerlas me confundes con ellas?

Hay cosas que no pueden decirse murmuró Mathys , sobre todo cuando carecen de interés para aquella que... que desea conocerlas. ¿Entonces es un secreto? exclamó el aya . Un secreto entre vos y yo... ya. Pues bien, , es un secreto respondió Mathys . Mi honor, y, por consiguiente el vuestro, Marta, puede depender de la menor indiscreción a ese respecto.

El Condesito y ella quedaron, en apariencia, al menos, muy amigos. Tuvo él que venir a Madrid para negocios, y prometió a Elisa ir a Biarritz a pasar el verano. Ocurrió, estando en Madrid el Conde, la aparición de doña Beatriz y de Inés en los Jardines del Buen Retiro; el empeño del Conde en conocerlas y tratarlas, y cuanto a la larga hemos ya referido.

Era moneda tan corriente entre éstos que sus obras debían estar impregnadas de religión, monarquismo y sublimidad, que cada cual, sin conocerlas, las aplaudía de antemano, con admirable aplomo desde que el editor anunciaba que estaban en prensa.

Ya no puedo volver á Méjico. ¡Qué desgracia! ¡Tan bien que me ha ido allá durante once años!... Ustedes saben que soy español, y no tengo otra herramienta para ganarme el pan que una pluma fácil y sin escrúpulos. No recordemos las aventuras de mi primera juventud. Deben conocerlas ustedes, pues con ellas se han escrito libros.

Para apreciar en conjunto la arquitectura de la montaña, hay que estudiarla y recorrerla en todos sentidos, subir á todos los peñascos, penetrar en todos los alfoces. Es un infinito, como lo son todas las cosas para quien quiere conocerlas por completo.

Alicia, al ver que, loco de celos, realizaba un acto absurdo para muchos batiéndose por ella, se sentía indudablemente halagada en su vanidad y le miraba con nuevo interés. «¡Las mujeres! pensó Lubimoff . Hay que conocerlas. Su admiración va instintivamente hacia el fuerte. Nada hay como una brutalidad oportuna para conquistar su afecto.

Los antiguos Médicos Griegos, y algunos pocos de los modernos, que han hecho descripciones exâctas de las enfermedades, han aprovechado mucho para conocerlas; los que no han hecho esto, se puede decir que hablan de los males, pero no enseñan á conocerlos, ni á distinguirlos.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando