Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de octubre de 2025


Por ende: debemos declarar y declaramos al dicho Juan Ponce, haber sido y ser hereje, apóstata, luterano, dogmatizador y enseñador de la dicha secta de Lutero y sus secuaces: hallándose en algunos ayuntamientos y conventículos con otras personas secretamente, á donde se trataba de la dicha maldita secta y sus errores, en grandísima ofensa de Dios Nuestro Señor y de su Santa Fe católica y Ley evangélica, y haber sido justo y disimulado confitente, y que las confesiones que hizo fueron más por reservar la vida que por salvar el alma, y por ello haber caído é incurrido en la Sentencia de Excomunión mayor, y estar ligado de ella y en todas las otras penas en que caen é incurren los tales herejes, luteranos, dogmatizadores y enseñadores de nueva secta y errores que, á título de cristianos, hacen y cometen semejantes delitos; y en confiscación y perdimiento de todos sus bienes, en los cuales le condenamos y aplicamos á la Cámara y Fisco de S. M. desde el tiempo que cometió dichos delitos á esta parte, cuya declaración en nos reservamos.

Se volvió al amor y a las mujeres, y comenzaron las confesiones, coincidiendo con el café y los licores, sacatrapos del corazón. Entre la ceniza de los cigarros, las migas de pan, las manchas de salsa y vino, rodaron el nombre y el honor de muchas señoras. «Allí se podía decir todo, estaban solos, todos eran unos». Mesía hablaba poco, era su costumbre en tales casos.

Estas desenfadadas confesiones del propio autor, relevan de toda otra prueba sobre la escasa autoridad que a esta obra debe concedérsele como trabajo de historia.

Para realizar grandes cosas sólo le ha faltado un amor que le diera alas. Es un idealista imposible. Sus confesiones me impresionaron, claro está, porque yo también soy una idealista imposible. Tuve que bajar los ojos y luego fingirme distraída, para que él no pudiese advertir la exaltación que me producían sus palabras. Mi actitud le ha sugerido seguramente una idea errónea.

Para formar juicio de las palabras de Lutero sobre el celibato, servirá no poco el saber que quien habla es un fraile apóstata, casado con Catalina de Boré; y quien haya tenido paciencia bastante para ruborizarse mil veces hojeando las impudentes confesiones de Rousseau, será bien poco accesible á ilusiones, cuando el filósofo de Ginebra le hable de filantropía y de moral.

Ya usted ve, amigo mío, con cuánta razón digo merece este punto de atención y remedio, principalmente para que las confesiones se hagan en toda la mañana desde el alba hasta el mediodía, dando de hora en hora la sagrada comunión, y no hacer las cosas al revés, confesando toda la tarde y teniendo la mañana toda franca.

Allí estaba el problema moral, cuya solución habría aclarado el misterio judicial. Y la curiosidad de Ferpierre crecía, la atención que prestaba a las confesiones de la muerta se redoblaba. «¡Qué desastre para una madre, tener que despreciar a su propio hijo, al vivo fruto de sus entrañas, a la mejor parte de su ser! »La desgracia de la vida consiste en la idea de la felicidad.

Con aquella expresión de duda volvía a quedar interrumpido el diario, como si la narradora hubiese querido, antes de continuarlo, hacer algún experimento. Pero en las páginas posteriores no había más orden en las confesiones. «La vida es más difícil de lo que yo creía

Ante todo no deja de ser realmente excepcional esta confidencia hecha por a todos ustedes, en un asunto que generalmente se tramita a solas con la propia conciencia; pero sería ridículo que tuviera secretos para contigo, Melchor, tratándose de un síntoma de salud moral, readquirida por tu esfuerzo; sería cuando menos pavo que los guardara para contigo, Lorenzo, en un caso en que nos hemos hecho confidencias y confesiones recíprocas, y sería ingrato con el amigo Baldomero, si no le contase cómo me fue con su consejo, pues han de saber ustedes que lo consulté con él.

Menudearon desde entonces las confesiones, y arreció la cólera de los perseguidores. Determinó el rey árabe, oido su consejo, que tuviese cualquiera musulman facultad para quitar la vida al que hablase mal de su profeta y secta.

Palabra del Dia

pacificadoras

Otros Mirando