United States or Saint Lucia ? Vote for the TOP Country of the Week !


; , señor; es un hombre de cuarenta y cuatro á cuarenta y seis años, aunque demuestra diez menos; ya en otra ocasión me mandó vuecencia que me informara, y yo acudí á mi compadre Diego de Auñón, que es un escribano real, que corta un cabello en el aire. A las veinticuatro horas me dijo: El tal por quien me preguntáis, ha vivido honradamente matando á obscuras por poco precio.

Salen dos hidalgos a tomar el sol muy embozados en sus capas, y se encuentran al revolver de una esquina. «Hola, compadre, dice el uno: ¿cómo vamos?» Y el otro contesta: «Trampeando: ¿y V., compadre?» «Trampeando, trampeando tambiénreplica el que hizo la pregunta. Así nada tienen que echarse en cara, y se van juntos de paseo, en buen amor y compaña.

Hiciéronnos un gesto con la boca, y luego a mi amigo le dijeron con voces mohínas, sisando palabras : "Seidor." "So compadre", respondió mi ayo.

En estas imaginaciones iba todo ocupado, cuando Sancho le dijo: ¿No es bueno, señor, que aun todavía traigo entre los ojos las desaforadas narices, y mayores de marca, de mi compadre Tomé Cecial? -Y ¿crees , Sancho, por ventura, que el Caballero de los Espejos era el bachiller Carrasco; y su escudero, Tomé Cecial, tu compadre?

Responde, ayudaré de esta manera: La cabeza le hiende por la frente; Los sesos salen fuera la mollera; Y dice: "no no hay compadre en tiranía, Que el Rey es mi compadre en demasía."

Si yo lo supe todo por boca de Santiaguito, el hijo de mi compadre don Venancio, que es mi discípulo. El chiquillo me contó la cosa del pe al pa. Pero, hijo mío: no hablemos más de eso. ¡Estoy muy contento; me da gusto verte tan grande! Dime: ¿has aprendido bien? ¿vas a seguir los estudios? Síguelos, síguelos, que harás buena carrera. Todavía te acordarás del latín, ¿verdad? Ya lo veremos.

Bien se conoce que se da buena vida el padre, ¿no te parece, Fabriciano? ¿Y cómo no, compadre? Yo haría lo mismo si tuviese tanta plata como él en el bolsillo. Al oír esto Barragán se encrespó como si le hubiesen hecho una ofensa mortal. Yo no tengo ni plata ni oro, ¿estamos? Y si es que habéis hecho un viaje tan largo para enteraros de ello pudisteis haberlo excusado.

Paca no juzgó prudente aquella medicación, tanto menos, cuanto que el maestro carpintero departía muy tranquilamente con el señor Rafael, bien ajeno de la necesidad de introducir en su cuerpo una dosis de álcali volátil. Justamente en aquel momento estaba dirigiendo por vigésima vez á su compadre una serie de preguntas que alejaban toda sospecha sobre este punto.

Nadó más de una hora, creyendo a cada rozamiento que el cuerpo de su hijo iba a surgir bajo sus piernas, imaginándose que las sombras de las olas eran el cadáver del niño que flotaba entre dos aguas. Allí se hubiera quedado, allí habría muerto con su hijo. El compadre tuvo que pescarlo y meterlo en la barca como un niño rebelde. ¿Qué hacemos, Antonio?

A las diez habían perdido de vista la tierra; únicamente se veían por la parte de popa las velas lejanas de otras barcas, como aletas de peces blancos. ¡Pero Antonio! exclamó el compadre . ¿Es que vamos a Orán? Cuando la pesca no quiere presentarse, lo mismo da aquí que más adentro. Viró Antonio, y la barca comenzó a correr bordadas, pero sin dirigirse a tierra.