Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 28 de junio de 2025


Murió Alejandro; y a su gran pujanza estrecha fosa concedió la tierra, y él y su lanza y su poder temido se hundieron en la sima del olvido. Cruzaron el espacio en raudo vuelo las águilas que Roma ostentó un día; cuanto cobija el anchuroso cielo sintió de su poder la tiranía.

El que a buen árbol se arrima, contestó la tía Zarandaja, buena sombra le cobija, y de manzanas de oro, y aun con aditamentos de diamantes, es aquel bajo cuyas frondosas y frescas ramas os habéis puesto. Ya me tarda el oíros, buena madre, dijo Cervantes; que grandes cosas y de mucho provecho han de ser, a lo que me parece, las que tenéis que decirme.

Constanza, sostiene otras torrecillas mas delgadas, que alternan con las inferiores, y en vez de levantarse en los lados salientes se elevan en los entrantes y sostienen otra bóveda, plana y calada, bajo la cual se cobija una graciosa estatuita de N.ª S.ª en su Asuncion.

Las gaviotas revolotean en la playa, y su incesante graznar y el lloro de algún niño, que la madre cobija bajo el manto, son voces de susto que agrandan la voz extraordinaria del viento y del mar. Entre las tinieblas brilla la luz de un farol. Don Juan Manuel y el marinero bajan hacia la playa. ¡Ya alcanza mi amo cómo no está la sazón para hacerse a la mar! ¿Dónde tenéis atracada la barca?

A su amigo lo habían matado meses antes en un despacho de bebidas cerca de la Cordillera, cuando se dirigía desde Cobija á tomar el camino de la Puna. La cuchillada mortal había sido por cuestiones de juego. El gaucho, que no quería dudar de que la difunta hubiese recibido su préstamo con todos los intereses, quedó aterrado al recibir esta noticia.

El espacio hienden torres de la iglesia redentora que la cúpula cobija con los brazos de la cruz y del fondo de los siglos va la chispa inspiradora encendiendo en las conciencias los destellos de su luz. Con monjiles atavíos, tras las tapias del convento, se presiente que va pronto María Clara a parecer, evocando soñadora, ya dormido el pensamiento, la azotea do hizo Ibarra sus mejillas florecer.

Dirige ahora en Madrid la revista "España y América". Editó en Manila, 1901, el libro de versos Flores de un día, en el cual se han espigado los insertos a continuación. ¡Cantara yo la espléndida techumbre que tu suelo cobija y hermosea como un manto tejido de alma lumbre; ese sol que en tus cimas centellea y en los torrentes vívidos te inunda que su carro de luz relampaguea!

Las dos bóvedas ó baldaquinos, la que gira en torno del machon del viril, y la otra superior que cobija la imágen de N.ª S.ª, estan en la parte esterior disfrazadas con elegantes arcos conopiales, con sus grumos y preciosa crestería. Y las torrecillas que suben de los cuerpos bajo y principal estan cuajadas de estatuitas sobre sus lindas repisas y bajo caladas marquesinas.

Con frecuencia me he representado la actitud que habrías tenido , con tu alta estatura; le habrías abierto los brazos para que pudiera refugiarse en ellos, como en un puerto donde las tempestades no se atreven a penetrar... pero, mírame y al decir esto dirigía una mirada de lástima a su cuerpo delicado y débil, cuyos flacos contornos se delineaban bajo la cobija. ¿Ese lenguaje no sería ridículo en mi boca?

Sólo tenían derecho a ello dos varones: el esposo y el otro, el que Primitivo iba a buscar, el representante de la ciencia humana. Acongojóse el espíritu de Julián pensando en que el recato de Nucha iba a ser profanado, y su cuerpo puro tratado quizás como se trata a los cadáveres en la mesa de anatomía: como materia inerte, donde no se cobija ya un alma. Comprendió que se apocaba y afligía.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando