Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de mayo de 2025
Hay países de una intensa vida económica que pueden permitirse el lujo de cambiar frecuentemente de ministros, así como un hombre rico cambia frecuentemente de automóvil; pero nosotros no estamos en el mismo caso. ¡Si cada nueva cesantía anulase una cesantía vieja! ¡Si cuando el señor Prado Palacio, por ejemplo, sea declarado ex ministro, dejasen de ser ex ministros el marqués de Lema o el conde de Bugallal!... Pero, hoy por hoy, lo que nos conviene es ir tirando con los ex ministros actuales.
Se perdieron las escasas economías de don José; el descuento impuesto a las clases pasivas mermó la jubilación, y la cesantía de Pepe fue causa de que en la casa comenzaran a faltar medios para atender a cubrir necesidades que anteriormente, aunque en cierta medida, no dejaron de satisfacerse.
Hallábanse ambos esposos en el despacho particular del diplomático, vasta pieza decorada en otro tiempo con severa magnificencia, pero sobre la cual habían pasado los años sembrando manchas y desconchones, sombras y deterioros que la larga cesantía del magnate no había permitido hasta entonces restaurar.
Quiso enterarse de los pormenores. ¡Bah! Yo creo que eso se arreglará. No se apure usted. Su papá tenía muy buenas relaciones. En cuanto los amigos se enteren, será usted repuesto. ¿Y no ha habido razón alguna para esa cesantía? ¿Ha tenido usted algún choque con los jefes? Mario confesó avergonzado que desde hacía algún tiempo no asistía a la oficina con la asiduidad que antes.
Chalonette, pagó con la cesantía su descomedida afición á la farándula, y ya convencido de que nunca será autor, trabaja en una copistería y gana tres francos. Lector, quiero darte un consejo, y es éste: en tus combates por la vida, no temas nunca al hombre de quien sepas que tiene una comedia escrita.
¡Hermoso porvenir me esperaba por cierto! Y no porque el Inspector se hubiese aplicado á sí propio la moral de la historia, ó pudiese admitir que la continuación en su empleo, ó la cesantía, influiría en él de un modo desastroso. Nada de eso: pero á pesar de todo, mis reflexiones sobre el asunto no eran muy alentadoras.
El rey firmó al mismo tiempo su contrato y su cesantía, y el duque se encontró casado y destituido el mismo día. El nuevo poder le hubiera acogido de muy buena gana entre la multitud de los tránsfugas; incluso se llegó a decir que el ministerio Casimiro Périer le había hecho algunas proposiciones. El duque rechazó todos los empleos, primero por orgullo, pero también por una invencible pereza.
Pero los jueces de paz y los de la cabecera no se atrevían á darle la razon, temiendo la cesantía, escarmetados en la cabeza de uno que fué inmediatamente depuesto. Y no eran malos por cierto aquellos jueces, eran hombres concienzudos, morales, buenos ciudadanos, excelentes padres de familia, buenos hijos... y sabían considerar la situacion del pobre Tales mejor de lo que el mismo Tales podía.
Pepe, desde que dejó por la cesantía de ir a la biblioteca del Senado, dedicó las tardes a hacer compañía a su padre, y entonces comprendió que su madre y su hermana habían roto todo lazo que las sujetase al hogar.
Aunque la amenaza no espantó a la familia tanto como era de esperar, se convino, no obstante, en no servirle más que alimentos fosfatados. Sintió Carlota profundo pesar cuando su marido le notició la cesantía. Quedaron ambos larguísimo rato silenciosos y tristes. Algo sonaba también lúgubremente dentro del alma de ella, profetizando la muerte de su dicha. D.ª Carolina la recibió con tranquilidad.
Palabra del Dia
Otros Mirando