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Los padecimientos gástricos que reclaman el causticum son numerosos: gastro-atonía, dispepsia nerviosa, cólicos gaseosos, vómitos ácidos ó de alimentos, indisposiciones gástricas aliviadas por el decúbito y el calor; congestiones pasivas en los hipocondrios y en las hemorróides, con prurito en el ano.

Si el enfermo está sin conocimiento, es mas bien por falta de vitalidad; sucede igualmente que las congestiones pasivas suspenden la inervacion é imposibilitan el ejercicio de las facultades. Los autores le atribuyen una accion particular sobre la sangre por la cual deja de ser coagulable y no estimula los órganos.

En este grado del estado tifoídeo, adinámico ó de postracion, es en el que la sangre se hace impropia para la escitacion vital, y en el que se observa la resolucion de las fuerzas musculares, la adipsia, la sequedad de la lengua, la respiracion débil, lenta, pero tranquila, el aliento frio, la insensibilidad casi absoluta, las hemorragias pasivas, el olor cadavérico, las petequias, los equímosis, los sudores viscosos y frios, el decúbito dorsal, el pulso casi nulo y el aspecto ciánico de la piel por la cesacion de la circulacion capilar; en este caso, repetimos, es cuando el carbon puede todavía prestar un auxilio casi maravilloso, y compararse, en su accion terapéutica, con los ácidos minerales, tales como el hidroclórico y el fosfórico, á los que es muchas veces superior, porque aquellos presentan, en sus últimos períodos del estado febril, un pulso frecuente, aunque débil, un calor vivo al esterior, con frio al interior y subsultus tendinum.

Estas mucosidades pasan con frecuencia de las fosas nasales á la garganta, observándose al efecto como una especie de silbido en las mismas y una alteracion de la voz, que está como ronca, y denota el engruesamiento de la mucosa de la faringe. Como este estado secretorio es muy pronunciado en la membrana pituitaria, predispone á los catarros y epistaxis pasivas y abundantes.

En aquellas fiestas, el pueblo no se manifestaba sino como un convidado mas, añadido á la lista de alcaldes, funcionarios, gentiles-hombres, frailes y generales; no era otra cosa que un espectador, cuyas pasivas funciones estaban previstas y señaladas en los artículos del programa, y desempeñaba como tal el papel que la etiqueta le prescribía.

La disentería pútrida reclama el uso de arsénico, lo mismo que la hematémesis, la melena y las hemorragias pasivas ó pútridas con calor quemante general ó local y ansiedad estremada. Estas afecciones requieren tambien á veces los ácidos fosfórico y clorhídrico, el carbon vegetal, ó la nuez vómica. § VII. Estado subagudo. Efectos fisiológicos y terapéuticos.

En este estado de cosas, no estando el sistema nervioso suficientemente regido y escitado, estallan varios desórdenes que conducen á la astenia por espasmos y temblores paralíticos, mientras que las sensaciones de plenitud, las congestiones pasivas, los infartos, las lesiones atónicas de los tejidos, las alteraciones de las secreciones mucosas y el desarrollo de lombrices denotan una caquexia enteramente especial.

Conforme llenaba pliegos los iba coleccionando con mucho cuidado, y a cada legajo le ponía un letrero diciendo: Deuda Pública, o Clases Pasivas, Aduanas, Banco, Amillaramientos.

La debilidad paralítica, la insensibilidad, las convulsiones, el aliento frio, la consuncion rápida de la cara, el hundimiento de los ojos en sus órbitas, el color oscuro de la piel, la falta de pulso, la cara hipocrática, las hemorragias pasivas, y los flujos involuntarios, son el último grado de la accion del carbon. El físico como el moral están igualmente inertes.

Y el helenismo del pobre muchacho consistía en fumar por primera vez, beber copas de marrasquino, único licor que toleraba su paladar de calavera griego, enviar cartitas de amor en versos clásicos a las costureras o a las hijas de ciertas señoras de clases pasivas que pasaban la velada en el Café de Peláez o en el de la Universidad, y en desaparecer por media hora en algún portal de los callejones inmediatos, llevándose tras él a la infeliz que paseaba la acera haciendo su guardia.