Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de junio de 2025
4 El reprende al mar, y lo hace secar, y hace secar todos los ríos; Basán fue destruido, y el Carmelo, y la flor del Líbano fue destruida. 5 Los montes tiemblan de él, y los collados se deslíen; y la tierra se abrasa delante de su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan. 6 ¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿Y quién quedará en pie en el furor de su enojo?
Al anunciarse unos Juegos Florales temblaban los competidores, temiendo que al gran don Carmelo se le ocurriese apetecer alguno de los premios.
Más fácil sería resbalar por este camino y caer en inmundicia, que subir, purificados y gloriosos, como el solitario del Carmelo, en el ardiente carro. En suma, lo excelente que tuvieron mis relaciones con el Barón desde que se convirtió en mi padre, fue lo neutral, lo apacible, lo manso y lo sin sexo ni siquiera platónico, con que se señalaron.
24 Por mano de tus siervos vituperaste al Señor, y dijiste: Yo con la multitud de mis carros subiré a las alturas de los montes, a las laderas del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus hayas escogidas; vendré después a lo alto de su límite, al monte de su Carmelo. 25 Yo cavé, y bebí las aguas; y con las pisadas de mis pies secaré todos los ríos de sustento.
Don José, al volverse de cara a los fieles, no pudo reprimir un parpadeo de sorpresa viendo la inmovilidad devota de sus dos amigos. Y este agradecimiento, así como lo avanzado de la hora, le hizo despachar su misa rápidamente. Al terminar la ceremonia, don Carmelo fue el primero en huir, llevándose las manos al rostro, que chorreaba sudor. ¡Mardita sea mi arma!
¡Pobre doña Pepa!... Ferragut sintió deseos de reír y de llorar al recibir un beso de su boca arrugada, cuyo vello se había convertido en púas. Fué un beso de beldad vieja que se recuerda al contacto de un buen mozo; un beso de mujer infecunda que acaricia al hijo que pudo tener. ¡El infeliz Carmelo!... Ya no escribe; ya no lee... ¡Ay! ¿qué será de mí?...
Tenían el mismo gesto de los antiguos corsarios berberiscos rondando sobre la cubierta de la galera en torno de una beldad recién conquistada. De estar solos habrían tirado de la muchacha todos a la vez, descuartizándola para hacerla suya. Maltrana, separado de Nélida por unos instantes, hablaba con Juan Castillo y don Carmelo.
19 Envía pues ahora y júntame a todo Israel en el monte del Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de los bosques, que comen de la mesa de Jezabel. 20 Entonces Acab envió a todos los hijos de Israel, y juntó los profetas en el monte del Carmelo.
Ir á casa del padrino representaba para él un placer más intenso y palpable que los juegos solitarios del desván. El abogado don Carmelo Labarta se mostraba ante sus ojos como la personificación de la vida ideal, de la gloria de la poesía. El notario hablaba de él con entusiasmo, compadeciéndole al mismo tiempo. ¡Ese don Carmelo!... El primer civilista de nuestra época.
12 En ese día vendrá hasta ti desde Asiria y las ciudades fuertes, y desde las ciudades fuertes hasta el Río, y de mar a mar, y de monte a monte. 13 Y la tierra con sus moradores será asolada por el fruto de sus obras. 14 Apacienta tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que mora solo en la montaña, en medio del Carmelo; pazcan en Basán y Galaad, como en el tiempo pasado.
Palabra del Dia
Otros Mirando