Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 23 de junio de 2025
Se quedó solo, meditó profundamente toda la noche, y cuando las campanas del Angelus y la primera claridad del día le sacaron de su ensimismamiento, se pasó la mano por la ancha frente, y dijo: Por mucho que haga, no puedo creer en la eternidad. Después añadió sonriendo: ¡Y no me disgustaría equivocarme!
Al retirarse de una de sus campañas, en que habia cogido un inmenso botin, tenia que pasar Almanzor con su ejército por un angosto desfiladero, entre dos montañas que encontró defendidas por numerosas bandas cristianas.
Las campanas dijeron algo a Isidora, y entró a oír misa en San Luis, en cuya escalerilla se estrujaba la gente. Dentro, las misas sucedían a las misas, y los fieles se dividían en tandas. Unos se marchaban cuando otros caían de rodillas. Allí se persignaba una tanda entera, aquí se ponía en pie otra, y las campanillas, anunciando los diversos actos del sacrificio, sonaban sin interrupción.
La otra conocieron ser el escribano, que acaso aquella noche estaba fuera del lugar, y, al son del arma de las campanas, venía a ver el suceso, que lloró, no por la pérdida de sus hijos y de su mujer, que allí no los tenía, sino por la de su casa, que halló robada y abrasada.
Elena, arrodillada al lado de la cama, rezaba silenciosamente con un amoroso ardor de pena y de fe que la transfiguraba. Yo la envidiaba muy de veras... Elena... hija mía... La joven se levantó y acercó la mejilla a aquellos labios moribundos, que la besaron. Después, el enfermo, dijo con voz débil: Oigo como un ruido de campanas... ¿Será que sueño?
Al mismo tiempo la protege contra los vientos del Norte y del Oeste, dejándola solamente abierta a las templadas y benéficas corrientes que vienen del Mediodía y del Este. No llegan hasta allí los ruidos de la población. Tan sólo las campanas de la catedral suenan a ciertas horas del día dulcemente amortiguadas por la distancia. La carretera general va por detrás del bosque.
Entre tanto agolpábase la gente; crecía el bullicio, y echadas las campanas á vuelo, llenóse la plaza de la Feria de innumerable pueblo.
Llevaba ya lloviendo un cuarto de luna. Entre el bosque innumerable de menudos y apretados chorros de agua, desde la tierra al cielo, y cuya tupida y abovedada ramazón eran las nubes grises y cárdenas, el tembloroso lamento de las campanas basilicales se extraviaba y desfallecía. Era un domingo, noche ya.
Olía el salón aquel punto peor que una caballeriza; pues de esencia de ella, de aguardiente, de tabaco de hoja común y de otras no más suaves ni voluptuosas, se componía el ambiente que allí se mascaba; pero de ámbar y ambrosía le pareció a don Simón, juzgándose ya electo con el esfuerzo de aquellos auxiliares, todos famosos en el país por sus gloriosas campañas electorales.
Estos campanarios están en los patios de las casas principales, contiguos a las mismas iglesias, y en ellos muchas campanas de varios tamaños, y algunas bastante grandes y de buenos sonidos, las más son fundidas en estos pueblos.
Palabra del Dia
Otros Mirando