Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de julio de 2025
El buen humor, empujado por el vino, comenzaba a hacer de las suyas: las dos mujeres, menos acostumbradas a la bebida, decían mil atrevidos disparates; Damián y Luis hablaban como en el café, contando cuentos verdes; por último, Casilda, algo alegrilla y deseosa de desplegar lujo, encendió todas las bujías de dos candelabros que adornaban la chimenea.
Lo distingue, como al Yungas, un sabor incomparable, aunque no tiene el perfume sin igual del Moca. Creo que una mezcla de tres partes de Guaduas y una de Moca haría una bebida capaz de estremecer al viejo Voltaire en su tumba. Otra particularidad del valle son las cañas que le han dado el nombre. Algunas alcanzan a muchos metros de altura, con un diámetro de 20 a 25 centímetros.
Su posición era muy parecida a la que tenía cuando le había encontrado por primera vez. No es aventurada la semejanza. Aquella naturaleza fácil y sensual, a la que la bebida había dado una exaltación fantástica, era de temer que encontrase en el amor algo parecido al arrebato alcohólico. Opino que el mismo Sandy estaba vagamente convencido de esta verdad.
Ferragut asimilaba estas exaltaciones del cocinero á su ligereza de ropa en todo tiempo. Ardía en su interior un fuego incesantemente renovado. En los días brumosos subía al puente con unos vasos de bebida humeante que él llamaba calentets. Nada mejor para los hombres que habían de pasar largas horas á la intemperie, en inmóvil vigilancia.
Apoyó su mano en la frente, como si quisiese fijar sus ideas, y con voz débil y ronca dijo: ¡Marina! entró entonces no Marina, sino otra mujer, trayendo una bebida que había estado preparando. La enferma la miró. ¡Yo conozco esa cara! dijo con sorpresa. Puede ser, hermana respondió la que había entrado, con mucha dulzura . Nosotras vamos a las casas de los pobres como a las de los ricos.
Rosalindo se vió con su amigo en las afueras de la ciudad, al perder la excitación en que le habían puesto su cólera y la bebida. Creo que lo has matado, hermano dijo el compañero. Y como era hombre de experiencia en estos asuntos, le aconsejó que se marchase á Chile si no quería pasar varios años alojado gratuitamente en la penitenciaría de Salta.
Es una mujer que parece está bebida; pero muy bebida... ¿Y no acierta quién es?, la señá Mauricia. ¿Pero oyes, mujer, has oído? dijo doña Lupe desde el pasillo volviendo a la sala . Mauricia... borracha... ahí tienes lo que reúne tantísima gente. ¿Pero la viste bien?, ¿estás segura de que es ella? preguntó Fortunata pasado el primer momento de asombro. Sí, señorita, ella es...
Es un refrán sin sentido común. Los locos no dicen más que disparates. Es que mi marido no está loco... Tiene ahora mucho talento. Tal creo yo. Juan Evaristo volvió a callar, pegándose al pezón con salvaje ahínco. «Tome usted un poco de esta bebida. La he preparado como para usted... Está riquísima. Es preciso calmar los nervios».
Acaso por esto, el buen hombre, que no era muy fuerte en lógica, pegaba a su mujer, y como ella no era muy fuerte en materia de raciocinio, se dejó conducir por el mismo principio a ciertas infidelidades. Entonces, Galba se dio a la bebida y la señora a colaborar con regularidad en las columnas de El Alud.
Perico Castrillo había sido un talentazo, sólo que entre las mujeres y la bebida le perdieron, y murió loco en el hospital de Valladolid. Antonio Castrillo había sido el mejor jugador de tresillo de la provincia, después se había ido a jugar a Madrid, y allí se agenció de modo, siempre jugando al tresillo, que se hizo un nombre en la política y fue subsecretario en tiempo de Istúriz.
Palabra del Dia
Otros Mirando