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Actualizado: 6 de julio de 2025
Una sonrisa sarcástica se dibujó en sus labios; aquella noche tenían ellos el banquete en la pansitería para celebrar la muerte de la Academia de Castellano. ¡Ay! suspiró; como los liberales en España sean cual los tenemos aquí, ¡dentro de poco la Madre Patria podrá contar el número de sus fieles!
Hasta la una de la noche, aunque la animación y la alegría fueron grandes, bien se puede afirmar que en la reunión apenas hubo el menor incidente digno de censura. Al contrario, todo fue estético, artístico y literario. Las piratininganas recitaron lindamente sentidos versos de la Marilia de Dirceo; las muchachas de Canarias cantaron seguidillas y coplas de fandango; cantaron londums las mulatas; la negra bailó con gran primor y salero, y entonó, por último, Catalina tan afinada y primorosamente varias canciones alemanas, que por unanimidad confirmaron todos su nombramiento de reina de la fiesta. Llegó la hora de cenar, y Catalina, como tal reina, dio el brazo a Pedro Lobo para ir al salón del banquete. Ella iba a presidirle, y, por extranjero y persona de más cumplimiento y ceremonia, sentó a su derecha a Pedro Lobo, mas no sin decir a Arturito que al otro lado suyo tomase asiento en la mesa.
Entonces el ministro-duque se volvió con afectación á la puerta por donde había entrado la voz que pidió permiso, y dijo con cierta hueca benevolencia: Entrad, Montiño, entrad. Entró el cocinero mayor del rey, se inclinó profundamente tres veces, y luego, haciendo una mueca que parecía una sonrisa, dijo: ¿Quedó vuecencia contento del banquete de ayer, señor?
19 Y habló también Abner a los de Benjamín; y fue también Abner a Hebrón a decir a David todo el parecer de los de Israel y de toda la casa de Benjamín. 20 Vino, pues, Abner a David en Hebrón, y con él veinte hombres; y David hizo banquete a Abner y a los que con él habían venido.
Nadie siente un alma religiosa en un baile, en un banquete, en un encuentro de amor. Ella necesitaba creer, porque era desgraciada. Se acogía á la religión como un enfermo desesperado implora al curandero en el que no tiene fe, porque la razón le muestra sus errores, pero que al mismo tiempo le halaga con una absurda esperanza al haber sanado á otros milagrosamente.
Se están preparando para la fiesta de esta noche dijo Maltrana . Gran baile de disfraces, y durante la comida más mojigangas como la del bautizo. El día se prolongó con una monotonía abrumadora. Brillaban aún en el horizonte los últimos fuegos solares, cuando las trompetas anunciaron el banquete.
Tras muchas cavilaciones, previos respetables informes y seguro de sus buenos antecedentes, recayó la elección en un capellán profundamente religioso, de intachable moralidad y lo bastante conocedor del mundo para dirigir los primeros pasos de un niño a quien su linaje y fortuna tenían reservado puesto seguro y distinguido en el banquete de la vida.
Acordó de hacer un banquete, ansí por no lo poder llevar, como por contentarme, que aquel día me había dado muchos rodillazos y golpes. Sentámonos en un valladar y dijo: "Agora quiero yo usar contigo de una liberalidad, y es que ambos comamos este racimo de uvas y que hayas del tanta parte como yo.
La tiene Vuestra Alteza, respondieron los gascones, aunque sin ocultar que lo hacían de pésima gana. ¡Y ahora, á la sala del banquete! prosiguió Eduardo. Ahoguemos hasta el último recuerdo de esta contienda en unos cuantos frascos de buena malvasía.
La procesión debía dirigirse á la casa consistorial, donde un solemne banquete iba á completar las ceremonias del día.
Palabra del Dia
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