United States or Sint Maarten ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y todo Santa María temblaba de impaciencia y de deseo por conocer el resultado del combate que iba a librarse detrás de la montaña. Zarpa el balandro que se balancea sobre las olas, y brilla en el azul de los mares como una centella. VÍCTOR HUGO, «Navarin».

Pero me has entendido, porque tus orejas se levantan y tus relinchos redoblan. ¡Valor, he ahí mi tartana! he ahí mi enamorada que se balancea sobre las olas como una gaviota se deja mecer en su nido por una onda transparente.

Contenida el agua por un obstáculo cualquiera, la corriente se desprende de las partículas de piedra de que estaba saturada. Al lado de la balsita crece un helecho que balancea sus verdes hojas agitadas por el aire húmedo, mientras que sus raíces, sumergidas en el agua, están recubiertas de una capa de piedra.

Se inclina sobre el alféizar y silba un aria hundiendo sus miradas en la sombra. Debajo de él, el manzano en plena florescencia balancea la masa blanca de sus flores. ¡Cuántas veces, siendo niño, ha trepado por sus ramas! ¡Cuántas veces, cansado de jugar, se ha apoyado en el tronco, perdido en un sueño, mientras las hojas le susurraban lindas historias!

Tu fronda balancea temerosa, y las hojas ven lucir cuando el día febea, la líquida presea que ha de absorber la tierra al efundir. El pétalo minúsculo ufana ostenta tu plateada flor, y al brote de su súrculo más vivo en el crepúsculo en declinando el sol dominador.

¿Qué me quiere mi amo? pregunta el viejo colocándose delante de los dos hermanos, sin soltar la pipa de barro que pende y se balancea entre sus labios. ¡Ahí lo tienes! dice Martín golpeando en el hombro al viejo, mientras asoma a su rostro una sonrisa de tierno respeto. ¿No me reconoces, David? pregunta Juan tendiéndole amigablemente la mano.

¡Oh! ¡cuánto amo una noche de estío, una bella noche de España, con su cielo transparente y azul como en los más hermosos días de Francia, y su luna más brillante que su sol! porque entonces todo es misterio y silencio, todo se agranda en la obscuridad; porque entonces el ligero estremecimiento del ala matizada de una mariposa, una flor que, destacada de su aureola, cae zumbando sobre una hoja seca, el murmullo de las ramas que el aire agita y balancea, resuenan más fuerte a vuestro oído inquieto y atento que el cañón que truena en un día de fiesta.

Apoya pensativa su rostro en las dos manos, mientras que con un movimiento de vaivén balancea sus codos sobre las rodillas. ¿Y qué te pasa por la cabeza en este momento? pregunta Juan. Ella se pone colorada y se levanta vivamente. ¿A que no me pillas? grita parapetándose detrás de la mesa. Pero, cuando él va a perseguirla, ella se adelanta tranquilamente. ¡Deja!... vamos a hacer algo.

La joven balancea la llave en la mano, acariciando con los ojos el metal que brilla. Un día, por casualidad, se la vi ocultar allí murmura. ¡Colócala en su sitio! exclama él, una vez más. La joven frunce las cejas; después, con una leve risa. ¡Esto es lo que podíamos hacer!... Y, al mismo tiempo que habla, le echa de soslayo una mirada inquieta y trata de leer en su rostro lo que piensa.