Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 24 de junio de 2025


Según el censo mandado formar por el virrey-bailío Gil y Lemus, contaba la ciudad en el recinto de sus murallas 52.627 habitantes, y para tan reducida población excedía de setecientos el número de carruajes particulares que, con ricos arneses y soberbios troncos, se ostentaban en el paseo de la Alameda. Tal exceso de lujo basta a revelarnos que la moralidad social no podía rayar muy alto.

Á pocos pasos de los arqueros iban los atabales y clarines, cuatro en número, y tras ellos diez ó doce mulas con la impedimenta de la pequeña columna, tiendas, ropas, armas de repuesto, batería de cocina, provisiones, herramientas, arneses, herraduras y demás artículos indispensables ó siquiera útiles en campaña.

Toda la diferencia con el caballo de tiro está en que uno lleva los arneses por fuera y a la vista y el otro los lleva por dentro e invisibles, salvo, por supuesto, los que llevan el duplicado del espíritu en el traje profesional. Diferencias mentales insignificantes de individuo a individuo, se hacen enormes cuando son, por acumulación, diferencias de millones a millones de individuos.

Las cortinas hermosas, las vidrieras de caoba en que están las filigranas de plata, los tejidos de fibras, las esencias de olor, los platos de esmalte y las jarras de barniz, los ópalos, los vinos, los arneses, los azúcares; todo tiene por adorno letras y figuras indias.

Alineábanse los vehículos, y las bestias recibían inmóviles la lluvia, que goteaba por sus orejas, su cola y los extremos de los arneses. Los conductores refugiábanse en una tabernilla cercana, la única puerta abierta en todo el barrio de los Cuatro Caminos, y aspiraban en su enrarecido ambiente las respiraciones de los parroquianos de la noche anterior.

La lucha fué empeñada y brillante; se atacaban con denuedo y se defendían con destreza increíble, menudeando los golpes formidables que resonaban al chocar las espadas entre ó sobre los fuertes arneses.

Ella conocía, como se conocen los muebles de la casa, todos los coches de Palacio, el de carey, el de nácar, el de los globos, y hasta de los paramentos y arneses podía dar circunstanciada noticia.

Suspendidos del techo por cordones de seda y adosados a la pared veíanse algunos arneses de caballo, sillas de varias clases, comunes, bastardas y de jineta con sus estribos pendientes, frenos de diferentes épocas y también países, látigos, sudaderos de estambre fino bordados, espuelas de oro y plata; todo riquísimo y nuevo.

La pérdida que ello importa para el país y para la raza, siendo una ganancia para el cielo, no se toma en cuenta, pues para el que tiene arneses de ir al otro mundo, judío, cristiano, musulmán, etc., los intereses de este mundo quedan fuera de la respectiva carretera, cuando las anteojeras son muy grandes y puede aún llegar al punto de destino sin haber dado un paso en este planeta.

»El martes tuve imperiosamente que salir para ir a los campos. Media legua más allá de la ciudad, a causa del mal estado del camino, el eje se rompe. Como no había llevado cochero y no alcanzaba a ver alma viviente, monto en el caballo con arneses y todo, y vuelvo a casa en busca de ayuda. En el patio, el mayordomo me dice que hacía rato que la señorita se había marchado.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando