Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de junio de 2025


En él veis borrados los junquillos y doseletes; notáis el rastro del arco estalactítico, echáis de ver un resto de friso greco-romano, y acaso encontráis algún extravagante delirio de Churriguera; todo revuelto y remendado, pero todo elocuente y revelador de pasados destinos. La Catedral, sobre todo, es la urna cineraria de las grandezas españolas.

Apareció en el primer tramo de la escalera el portacruz, avanzando horizontalmente su insignia de dobles brazos para que pasase bajo el arco de la puerta. Después, entre familiares, y seguido por la sotana morada del obispo auxiliar, avanzó el cardenal, vestido de púrpura, que apagaba el rojo violáceo de los canónigos.

Dejando libres sus encantos, iba y venía por el salón, segura de su hermosura, orgullosa de su cuerpo duro y soberbio, que no había cedido aún bajo el paso de los años. Unos chales de colores le servían de vestiduras transparentes. Agitándolos como fragmentos de arco iris en torno de su marfileña desnudez, esbozaba las danzas sacerdotales, las danzas al terrible Siva que había aprendido en Java.

Defendia aquella única entrada el castillo de que hemos hecho mencion, unido entonces á la muralla por medio de un arco que ya no existe. Durante las turbulencias del reinado de Enrique IV por los años de 1466 lo reparó el conde de Castro.

De manera que mirábamos, casi simultáneamente, el monumento triunfal levantado á la Francia revolucionaria y conquistadora, el monumento del Egipto usurpado, y el monumento de la segunda Francia imperial: un triunfo, una usurpacion y un misterio: el arco, el obelisco y las Tullerías.

En vano aplico el oido: Enmudece la memoria, Y á mis cánticos de gloria No responde el porvenir; Que al descender al abismo La corteza de mi alma, No se verá ni una palma Sobre la frente lucir! Oh musa, vuelve otra vez A tu celeste morada, Que el abismo de la nada Pronto me va á devorar; Pero antes, rompe las flechas De mi carcax no vacio: Mi brazo perdió su brio, Y el arco se va á quebrar!

Si ese monumento no fuese tan magnífico, seria menos palacio; pero seria más iglesia. Diciendo y haciendo, cogí la escalera, y la señora se quedó mirándome, como una persona que piensa y que no acaba de comprender su propio pensamiento. =Día sexto=. Calle de Rívoli, casa de la Ciudad, columna de Julio, arco del Triunfo, campos Elíseos. ¿Se vive aquí mejor que en otros puntos?

Lo propio pasaba con su modo de vivir; no invitaba nunca a nadie a que salvara su umbral, y no salía nunca a vagar por la aldea para beber un jarro de cerveza en la taberna del Arco Iris o charlar en casa del carretonero.

Cuando acaba la pieza, Orsi se levanta sudoroso y Azorín le ofrece un refresco. No, no, Azorín contesta Orsi; tengo miedo... un poquito de cognac... El concierto vuelve a empezar. El arco pasa y repasa; el violoncello canta y gime. Un mozo discurre con una bandeja; la concurrencia se va retirando calladamente. Y el violoncello se queja discreto, sonríe irónico, parte en una furibunda nota larga.

29 Haced juntar sobre Babilonia flecheros, a todos los que entesan arco; asentad campo sobre ella alrededor; no escape de ella ninguno; pagadle según su obra; conforme a todo lo que ella hizo, haced con ella; porque contra el SE

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando