Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 19 de octubre de 2025
En un gabinete inmediato aguardaban las mesas de juego el dinero de los apasionados tertuliantes, y más adentro tres o cuatro desaforadas bandejas llenas de dulces nos prometían agradable refrigerio para cuando todo acabase.
Por algo la avisaba el instinto, haciéndole temer la cólera del marido en los primeros tiempos de su infidelidad. Recordaba el gesto de aquel hombre al sorprenderla una noche á la salida de la casa de Julio. Era de los apasionados que matan. Y sin embargo, no había intentado la menor violencia contra ella... El recuerdo de este respeto despertaba en Margarita un sentimiento de gratitud.
Lit. de J.J. Martinez, Madrid. No está, no, la triste y dolorosa ruina de la mas bella creacion monumental arábigo-bizantina donde la buscan todavía muchos apasionados de aquel arte. No busqueis el grandioso rastro de Azzahra ni en las orillas del Guadalquivir, ni en lo recóndito de la Sierra.
Es más: la poesía erótica es tan bella, entendida y realizada así, que, lejos de condenarla, la religión, por severa y espiritual que sea, ha solido valerse de sus frases vehementes y de sus acentos apasionados, para expresar los éxtasis y arrobos místicos, y los más sublimes misterios, aspiraciones y raptos del alma hacia lo infinito y lo eterno.
Rafael había querido amarla en los primeros tiempos de su matrimonio. Deseaba olvidar; sentía los mismos arrebatos apasionados y juguetones de aquellos días en que la perseguía por los huertos. Pero ella, pasada la primera fiebre de amor, satisfecha su curiosidad de doncella ante el misterio del matrimonio, opuso en adelante una pasividad fría y grave a las caricias del marido.
Después trataba de reanimarla imprimiendo largos, apasionados besos en su rostro de alabastro. Al fin se entreabrieron sus ojos, contempló con extraña fijeza al conde y relampagueó en ellos una dulce sonrisa. ¿Eres tú, Luis? Sí, vida mía, yo soy. ¿Adónde me llevas? Donde tú quieras. Llévame lejos, ¡muy lejos!... Llévame a tu casa... Llévame aunque no me des de comer.
El alma fuerte y recta de María Teresa la hacía prudente, aunque estuviese bajo la influencia sugestiva de Huberto, y si inconscientemente prolongaba el misterio de su decisión, era para estudiar a aquel futuro novio y no exponerse a entregar a un ser indigno la hermosa y noble ternura que los corazones apasionados transforman en perdurable amor.
El año que precedió a su matrimonio había sido el más triste y el más miserable de su pobre juventud. Pero el año que siguió la indemnizó en parte. Vivía en Corfú en un círculo de admiradores apasionados. Todos los que la rodeaban, viejos y jóvenes, experimentaban por ella un sentimiento muy parecido al amor.
Pero había sabido ajustar su existencia al deber, y sin creer en Dios, sin otro apoyo que la filosofía, la fuerza de su virtud era tal, que desarmaba a los más apasionados enemigos. ¡Y a un hombre así había de contestarle él!... Comenzaba a sentir miedo, y para recuperar el ánimo, paseaba su mirada por el salón. Lo que llamaban una media entrada los familiares de la casa.
Y al proferir tales palabras, caían otra vez algunas lágrimas de sus ojos; Miguel protestó contra esta suposición; sostuvo el idealismo de su amor, cubriéndola de vivos y apasionados besos. Lucía se dejaba acariciar con resignación.
Palabra del Dia
Otros Mirando