Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de julio de 2025
Tiene un gran libro lleno de dibujos, representando paisajes, ruinas, trajes, tipos, edificios que ha pintado en esas lejanas tierras; y en varias hojas ha escrito en verso y prosa mil hermosos pensamientos, observaciones y descripciones llenas de grandiosa y elocuente poesía. ¿Comprendes que pueda y sepa hacerse amar?
Semejante causa no es verdadera, ni legítima. Semejante causa es muchas veces la preocupacion vulgar de que se vale tu egoismo, porque amas á tu hija, y no tienes bastante abnegacion para sacrificar tu amor á su felicidad. La mujer, tu hija, es capaz de casarse, desde luego que es capaz de amar á quien ha de ser su marido, y un padre sensato no debe pretender legislar esto de otro modo.
No anhelaba que la amasen más de lo que podía amar ella. La coquetería era, pues, para doña Luz un vicio ignorado y casi incomprensible. Su fallo, la propia sentencia que ella dictaba acerca de cualquiera calidad, acto o virtud de su persona, la lisonjeaba y complacía mil veces más que todo el aplauso de cuantos la rodeaban.
El Comendador oía con interés á su sobrina, y no ponía en la conversación ni una exclamación siquiera. Parecía que se había quedado mudo ó que no sabía qué decir. Clara prosiguió Lucía, ahora que cree pecado amar á D. Carlos, y que no halla posible oponerse á la voluntad de su madre, piensa á veces en ser monja; pero ni este deseo se atreve á confiar á su madre.
Se da á conocer al infiel, y lo conmueve de tal modo probándole su amor y su fidelidad, que él, atormentado por los remordimientos de su conciencia, cae arrepentido á sus pies, le pide perdón y le jura amar sólo á ella en lo sucesivo.
Sotileza, con ser muy mujer, tiene algo de esfinge tebana, y el autor no ha hecho más que levantar una punta del velo sagrado. Todos los instintos de su rebelde y altiva naturaleza han recibido desde el principio una dirección extraña, merced a aquella vida errabunda de playa y de muelle de las Naos en que gastó sus primeros años. Su corazón es recio y duro para amar.
Todo lo que en mí existía de varón, capaz de amar, ha desaparecido; todo murió, y no me queda de ello nada; ni aun siquiera lo echo de menos. Nunca he sido padre; ahora siento que lo soy... y mi corazón se llena de afectos desconocidos, tan puros, pero tan puros...». La prójima no había visto nunca a su amigo tan vencido de la emoción. Tenía los ojos húmedos y le temblaban las manos.
Tuve la audacia de amar á usted; tuve la audacia de decírselo y no la tuve para morir. ¡Cuánto debe usted despreciarme! Soy muy desgraciado; no puedo serlo más, aunque el cielo se empeñase en ello; pero le juro por mi salvación que no trocaría mi desgracia por la felicidad de nadie.
Por dicha, para nada tiene que entrar aquí la cuestión de si Clara ama ó no á otro hombre. No me venga V. con rodeos y sutilezas. Yo he educado á mi hija con tal rigidez y con tal recogimiento, que no tengo la menor duda de que no ha tenido amoríos. Clara no ha mirado jamás con malicia á hombre alguno. Así será. Pero ¿no podrá mirarle el día de mañana? ¿No podrá amar, si no ama aún?
Pero debemos compadecer y amar á los pecadores, aunque éstos sean de los más empedernidos y rebeldes. ¿Pero qué ha hecho? repitió Clara, haciendo un gran esfuerzo para disimular su turbación. No lo sé punto por punto; pero son cosas tan horribles.... Ha hecho lo que otros tantos desvergonzados que andan por ahí. Esta sociedad está perdida.
Palabra del Dia
Otros Mirando