Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 7 de julio de 2025


Esto hace, señor, que V. A. haya de mirar como estimables efectos de la generosa piedad de vuestro padre, lo que se os ofrece como á tan amado y tan amante hijo, y este título lo hace crecer tanto, que fué en lo que últimamente resolvió mi respetuosa timidez, para ofrecer á un Fernando, Príncipe de Asturias, aquello que se dignó mirar como suyo un Philipo, Rey de las Españas.

El caballero no es otro que Florencio, amante de Nicea, inventor de esta treta, para estar al lado de su amada y guardarla de las asechanzas del Príncipe; pero éste sabe pronto que es su rival, y se ingenia de suerte, que lo hace salir de la casa.

Ya sabéis, pues, doña Margarita, a qué mal fin llegó, por sus malos pasos, aquel vuestro amante, y desde ahora, si queréis, podéis continuar vuestra historia, que yo no interrumpí sino para deciros lo que del alférez Valcárcel había sido.

No se podía marchar, aunque iba comprendiendo que la idea que a tal sitio la llevó era una locura, como las que se hacen en sueños. Uno de los muchos desvaríos que se sucedieron en su mente fue imaginar que tal o cual hombre de los que vio salir era amante de Jacinta. «Porque a no me digan que es virtuosa... Vaya unos embustes que corre la gente.

Felipe II era la propia bondad, la dulzura y la mansedumbre personificadas, sinceramente religioso y amante de su patria y modelo de reyes paternales, si le comparamos con Juan II de Portugal, apellidado el príncipe perfecto, con Luis XI de Francia, con Catalina de Médicis y sus hijos Carlos IX y Enrique III, con Enrique VIII e Isabel de Inglaterra y con no pocos otros que pudieran citarse, sin excluir acaso a su padre el César.

Aquel amante de la humanidad iba, en efecto, a ser causa de que se derramara sangre. Su misión no se podía realizar si no a costa de sangre y de lágrimas; y un hombre que tenía en el corazón tan abundante piedad para todos los hombres, condenado a realizar obra semejante, no podía ser jovial, no podía abundar en él la alegría.

Su primera idea de que el Conde fuese, si dejaba a doña Beatriz, o su marido o su amante, se limitó a uno solo de los dos términos del dilema. La Marquesa, tan libre hasta allí, decidió sujetarse al dominio de aquel hombre.

5 Julián y Basilisa, de D. Antonio Huerta, D. Pedro Rosete y D. Jerónimo Cáncer. 6 Los tres afectos de amor, piedad, desmayo y valor, de D. Pedro Calderón. 7 El Josef de las mujeres, de D. Pedro Calderón. 8 Cegar para ver mejor, de D. Ambrosio de Arce. 9 Los bandos de Vizcaya, de D. Pedro Rosete. 10 El amante más cruel y la amistad ya difunta, de D. Gonzalo de Ulloa y Sandoval.

MANRIQUE. ; tu amante que te adora más que nunca feliz. LEONOR. ¡Calla!... MANRIQUE. No temas; todo en silencio está como el sepulcro. LEONOR. ¡Ay! Ojalá que en él feliz durmiera antes que delincuente profanara, torpe esposa de Dios, su santo velo. MANRIQUE. ¡Su esposa !... Jamás. LEONOR. Yo desdichada, Yo no ofendiera con mi llanto al cielo.

Lope, El Verdadero Amante, B. A. E., XXIV, 12 a. "del Real dentro en la puente." Lope, La Viuda Valenciana, B. A. E., XXIV, 73 c. Cfr. v., "dentro del tercero día." Que fuera, ojalá que fuera. Bello, Gram., 995.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando