United States or Sweden ? Vote for the TOP Country of the Week !


Flora presta sus galas á Chiprina; Reluce Febo en la celeste esfera, Y en la noche callada La casta diosa á su pastor dormido, Con trémulo fulgor, besa extasiada. Del techo antiguo á suspender su nido Ha vuelto ya la golondrina errante; Dulces trinos difunde Filomena; El mar se calma, el cielo se serena; Sólo Céfiro amante, Oreando la hierba en los alcores.

Los dos enamorados gozaban de la más completa libertad y se iban solos de paseo por aquellos vericuetos y andurriales; ya por la orilla del resonante mar; ya por los encinares y olivares que vestían aquellos alcores; ya por los verjeles, sotos y alamedas del valle, regado por un riachuelo cristalino.

Revestido con las armas del difunto D. Jaime, que parecían expresamente forjadas a la medida del mancebo cautivo, apareció éste a la puerta del castillo en una hermosa mañana del mes de Mayo, acompañado de Nuño y de Juan Moreno Güeto, los tres en sendos caballos; tomaron el camino de Cabra, y no tardaron mucho en salvar la cima de los cercanos alcores, perdiéndose de vista.

Otra, que es la mas próxima á Córdoba, ostenta en sus alcores el grandioso y severo monasterio de S. Gerónimo, construido con los despojos de la preciosa Medina-Azzahra; en su cerro de Nuestra Señora de Belen una congregacion de rígidos anacoretas, cuyas humildes ermitas son para Andalucía lo que Monserrat para Cataluña, lo que la Tebaida para el Egipto, lo que el monte Athos para la Rumelia; y al pié de ese cerro la famosa Ruzafa, que despues de haber sido una de las mas deleitosas quintas de los amires, fué patrimonio de la célebre D.ª Leonor de Guzman, y despues convento de padres Franciscanos; y hoy... ¡hoy desierta y miserable fonda!

Continúa la campiña paniega, verde a trechos, a trechos negruzca. La tierra se dilata en ondulaciones suaves de alcores y recuestos. En Villaluenga asalta el coche un tropel de fornidos mozos rasurados, mofletudos, en mangas de camisa. ¡Una perrilla para los quintos de Villaluenga! gritan, y alargan una gorra ante los viajeros. Le piden también a las viejas; pero éstas se niegan a dar nada.

, que al partír de Cuba, inclinada la frente, cojiste tierra, "para besarla eternamente", lee en el libro abierto de mi Naturaleza, donde es panal la vida y otro Dios la belleza, donde, como en un pórtico de bienaventuranza, encontrarás a cada aurora una esperanza, y en la mujer, la flor, el nido y los alcores, oirás la sinfonía de todos los amores; el cielo, siempre azul, sin mácula ni daño, que da eternal cobijo al propio y al extraño; los árboles ciclopeos que alzan la copa al cielo y hunden, por defenderse, la raigambre en el suelo, de corteza tan amplia, que unida la cintura de tres gigantes de descomunal figura; el Apo y el Maquiling, el Taal y el Mayón de fraguas encendidas como un gran corazón, incensario de fuego hiriente en el altar de la patria, como un eterno luminar, como idea que salta del crisol de tu mente, como el anhelo indígena de ser independiente...