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Para que semejantes fiebres requieran belladona deben presentar el carácter de un dolor circunscrito á la cabeza, un punto neurálgico desarrollado paulatinamente en medio de los accesos indeterminados al principio, y cuyo punto neurálgico persiste en la remision ó la apirexia. La belladona se adapta mas á personas sanguíneas, á los adultos y á los niños.

Todos, así por la mañana como por la tarde, se juntaban aquí á oir la explicación de la doctrina cristiana, y por el ardiente deseo que tenían de ser cuanto antes contados y escritos en el número de los hijos de Dios, no le dejaban tiempo para tomar el sueño preciso, ni para comer ó rezar el Oficio Divino, preguntándole aquello que, ó no habían entendido bien, ó de que se habían olvidado, con lo cual en breve se hicieron dignos de la gracia; pero con muy acertado consejo determinó diferírsela por algún tiempo á los adultos para que el deseo de ser cristianos los estimulase á desarraigar cuanto antes su innata barbarie y olvidar sus brutales costumbres, que aprendiéndose desde la cuna y creciendo en ellas con los años y convirtiéndolas casi en naturaleza con el uso, se olvidan difícilmente y no se dejan sin gran trabajo.

Tanta es su barbaridad. Quedaron los Padres sin fuerzas antes de poderles dar alcance; y volviéndose á su pueblo á cuidar de los que habían quedado enfermos, despacharon tras los fugitivos á dos indios que llevaban consigo para detenerlos, porque de los dieciocho adultos se les murieron los catorce, á quienes asistieron con grande caridad, sin recelo del contagio, y todos los demás enfermaron.

A los párvulos les hacen su entierro del mismo modo, con la diferencia que pide la diversidad que hay de párvulos o adultos.

Fue Sarmiento, en nuestro país, el que contribuyó más eficazmente a barrer del espíritu argentino con la difusión de las luces por la educación común, esa lamentable basura moral, que es el gobierno de los niños por el miedo al cuco y de los adultos por el miedo al diablo.

El santo Padre que no deseaba otra cosa, se puso al punto en camino, y llegando allá en pocos días, halló la gente tan bien dispuesta á recibir la fe de Cristo, que de una vez bautizó ochenta ó más niños. No quiso por entonces bautizar á los adultos, porque la experiencia le había enseñado á usar con ellos de lentitud.

El año de 1673 entraron con el gobernador D. Ángelo de Peredo los PP. Diego Francisco de Altamirano y Bartolomé Díaz, y pudieron fundar una reducción de Mocovíes, con nombre de San Francisco Xavier, cuatro leguas de la ciudad de Esteco, en que llegó á haber mil y ochocientas almas; pero por juzgar el gobernador y sus consejeros convenir se encomendasen á los españoles dichos indios repartidos en Encomiendas se deshizo aquel pueblo; bien que en aquella entrada lograron los Padres bautizar más de mil almas entre adultos y párvulos.

El miedo a la soledad y a la oscuridad, que no existen en el niño educado laicamente, y que afligen a los niños educados "cristianamente" deprimen también a los adultos ignorantes y supersticiosos, con las más lamentables consecuencias, como, verbigracia, este caso que me fue referido por mi primo Roberto Suárez.

Unas veces se veía patrono, otras modesto empleado; tan pronto daba dinero á los simples conocidos, como solicitaba un préstamo para continuar sus viajes. Ahora según declaró á Morales desde las primeras palabras se ocupaba en comprar novillos, como representante de cierta casa del Uruguay que fabricaba carne líquida para los niños y los adultos débiles.

Consolóse, empero, con la esperanza de recoger el año siguiente aquella mies, mas aun esta esperanza se le desvaneció también dentro de poco, porque una tropa de mercaderes europeos de la profesión que arriba dije, dió de improviso sobre tres de sus Rancherías, donde destrozados los principales y hecho notable estrago en todos los adultos, hasta llegar á quemarlos vivos en sus casas cuando no querían rendirse, las destruyeron totalmente, llevando por esclavos á toda la chusma de niños y mujeres, de que buena parte pereció en el camino, rendida á los trabajos y malos tratamientos de aquellos bárbaros vencedores.