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Actualizado: 15 de junio de 2025
Despues de contemplar y admirar era preciso observar la composicion de ese pedazo de la civilizacion que se llama un Vapor. El Thames era uno de los paquebotes mas antiguos de la compañía Británica, y servia perfectamente de punto de comparacion para juzgar de los progresos que en los últimos quince años ha hecho la navegacion á vapor.
Ni siquiera tuve el consuelo de hablar con el padre vicario, cuya conversación me es tan grata, ni de encerrarme dentro de mí mismo y fantasear y soñar, ni de admirar a mis solas la belleza del terreno que recorríamos. Doña Casilda es de una locuacidad abominable, y tuvimos que oírla.
La animación, la alegría, el espectáculo del lujo nos recrean. Aunque no nos forjemos la ilusión, ni esperemos, ni deseemos siquiera ser vistas y admiradas, queremos ver y admirar la gala, la hermosura y la elegancia de los otros. Tienes razón, hija mía, tienes razón. Yo me olvido de que eres una muchacha. Tus gustos son como de muchacha.
Entre nueve y diez del dia llegaron los que habian pasado á vigiar la campaña, y dieron noticia los indios que habian visto hacienda de yeguas, y nuestro cabo dijo de no haber nada: que lo que se habia visto eran pajonales, y no es de admirar se padeciesen estas equivocaciones, pues estas diligencias del bombeo se hacen de noche.
Todas las tardes vecinos y forasteros corren á contemplar á los salvajes prisioneros, admirar sus gracias é inteligentes evoluciones de todo estilo, y obsequiarlos, según la predileccion de cada cual, con bizcochos y golosinas.
Doña Josefa, con un vestido algo raído de lana y gran mantilla de un negro ya amarillento, entró solemnemente en la barraca, y después de algunas frases vistosas pilladas al vuelo á su marido, aposentó su robusta humanidad en un sillón de cuerda y allí se quedó, muda y como soñolienta, contemplando el ataúd. La buena mujer, habituada á oir y admirar á su esposo, no podía seguir una conversación.
No se echó menos ninguno de los refinamientos de los comedores aristocráticos, ni en el lujo de la vajilla, ni en el aderezo de los platos, ni en la corrección del servicio. Mientras comían, el vasto parque se iluminó a la veneciana. Al levantarse de la mesa todos corrieron a admirar desde los balcones el golpe de vista, que era magnífico, deslumbrador.
Y descuidando un negocio cuya muerte veía próxima, tranquilo ante el porvenir, pues poseía una fortuna de la que se hablaba con asombro en el pueblo, no tuvo otra ocupación que cuidarse de Luisillo y admirar sus progresos.
¡Ya comenzáis a suspender y admirar a cuantos desde la tierra os están mirando! ¡Tente, valeroso Sancho, que te bamboleas! ¡Mira no cayas, que será peor tu caída que la del atrevido mozo que quiso regir el carro del Sol, su padre!
Há ya mucho tiempo que la primera de estas propiedades está reconocida; la segunda se deduce tan naturalmente, que es de admirar no se la haya utilizado fuera de la escuela hahnemanniana. ¿No ha indicado ya la esperiencia como medios preservativos del cólera, de la escarlatina y de ciertas fiebres, á los medicamentos que las curan?
Palabra del Dia
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