Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de junio de 2025
¡Ya ves, bailar! ¡Dios, mío! ¡qué niña eres! Querida Blanca, si la humanidad tuviese ingenio, día y noche bailaría. Vamos, Reina, hace frío y puedes resfriarte; acuéstate. Arrojé mi almohada a un rincón y me metí en la cama. Blanca sentose a los pies e improvisó una arenga.
Ya comprendes le dijo que si la pequeña ha emprendido el viaje al otro mundo, no se habrán entretenido en colgar la población de negro. No sabremos nada hasta que vayamos al campo. Todos deben conocer la villa Dandolo. Acuéstate tranquilamente, y mañana será otro día. ¿A qué te expones? Con seguridad que si ha muerto no resucitará esta noche.
Trajeron un catre de tijera para que se acostase Mariano, y cuando Isidora le mandó que se recogiera, por ser ya más de medianoche, el maldito muchacho se le plantó delante y le dijo con sus bruscos modos: «Dame dinero. ¿Y para qué quieres tú dinero, tunante? Acuéstate. Me acostaré; pero yo quiero dinero. Si no me das dinero, no te quiero... ¿Para qué lo necesitas? Para ir mañana a los toros.
¡Ah, tío! exclamó Cornelio . ¡Nunca he experimentado emoción semejante! ¡Sentí que me faltaban las fuerzas! No me sorprende. Estas serpientes dan miedo hasta a los tigres. Tú, acuéstate y descansa, Lu-Hang; y nosotros trabajemos antes de que nos pille la noche. Van-Horn, repuesto ya de su susto, emprendió con gran actividad el trabajo que tenía entre manos y que había suspendido.
No... qué vergüenza.... Jesús, mi Dios.... Ana querida, no la avises. ¡Qué remedio, mujer! ¿Sigue eso? Sigue... ¡infeliz de mí, que nunca yo naciese! Acuéstate sobre la cama.... Con su viveza ratonil, Ana arropó a la paciente, y ya se dirigía a la puerta, cuando una quebrantada voz la llamó.
Es que la conciencia se me ha subido aquí al cuello, a la cabeza, y me pesa tanto, que no puedo guardar bien el equilibrio... Déjame que me prosterne ante ti y ponga a tus pies todas mis culpas para que las perdones... No te muevas, no me dejes solo, por Dios... ¿A dónde vas? ¿No ves mi aflicción? Lo que veo... ¡Oh! Dios mío. Juan, por amor de Dios, sosiégate; no digas más disparates. Acuéstate.
Palabra del Dia
Otros Mirando