Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 15 de mayo de 2025


Hay que partir; el carruaje espera a la puerta, y los buenos amigos que van a acompañarme hasta el confín de la sabana, están listos. Rueda el coche por las angostas calles, pasamos la plaza de San Victorino, y en las últimas casas de la ciudad me vuelvo para darle la mirada de adiós. Siempre he dejado un sitio con la seguridad de volver... ¡pero Bogotá!

Enterado inmediatamente de que yo era el novio de Gloria y la especial situación en que nos hallábamos, me mostró simpatía algo pegajosa. Iba a buscarme para salir de paseo, tomaba café conmigo y con Villa y cuando salíamos de casa de Padul, nunca dejaba de acompañarme hasta la mía. Era bondadoso y simpático; pero tenía el aturdimiento y la petulancia de un adolescente.

¡Cómo, todavía de flirt! exclamó Alicia, acercándose; ¡es demasiado! Diga, Martholl, espero que esto no le habrá hecho olvidar su promesa de acompañarme en bicicleta hasta la granja Dutot, donde encontraremos a los d'Ornay y sus amigos. ¿Vendrán ustedes, con nosotros? añadió sin entusiasmo, dirigiéndose a las dos primas.

Del Presbiterio al Coro, y de capilla en capilla, fuí recorriendo el templo y admirando las múltiples bellezas que encierra. Como acontece siempre en los recintos históricos, varios guías se ofrecieron a acompañarme, pero yo los rechacé a todos, deseando saborear a solas tanta obra de arte.

Desde entonces yo no cómo él averigua en dónde coso; pero lo cierto es que todas las tardes me le encuentro, como ahora, al dejar la labor..., sobre todo en ivierno, que salimos de noche..., y esto es precisamente lo que me carga. ¿El que la acompañe á usted de noche? No, señor: el que tenga á menos acompañarme de día. Entonces, ¿qué hace ahí enfrente?

Madrid íntimo, el Madrid de la alcoba, sale á luz en toda su desnudez, asomándose á todas las ventanas, sacudiendo su polvo en todos los balcones, y ámbas aceras quedan colgadas durante dos ó tres horas, como si fuese á pasar alguna procesion de caricaturas. Tal es Madrid por la mañana, en casi todas sus calles. ¿Quereis acompañarme al almuerzo? No vale la pena: es como en todas partes.

Y oculto el rostro entre las manos, la mirada en el vacío, teniendo ante mi vista toda mi existencia, dudosa, sin fondo, como un precipicio, quédeme absorto. Al cabo de una hora volvió Oliverio y me encontró en el mismo estado: inerte, inmóvil, consternado. Cariñosamente me tocó en el hombro y me dijo: ¿Quieres acompañarme esta noche al teatro? ¿Vas solo? le pregunté. No replicó sonriendo.

Yo no creo en el amor, como no creo en nada. Cuanto digas contra él lo hace muchos años; pero ¿debo darle con el pie si me sale al paso y quiere acompañarme? ¿Conoces una quimera que llene mejor el vacío de nuestra existencia, aunque sea poco durable?... Miguel acogió la vehemencia de su amigo con un gesto sardónico.

Bien lo , pero lo que pretende es imposible...» Y se levantó para acompañarme... Entonces tuve un acceso de debilidad, el primero desde que era huérfana; hasta ese día había sido fuerte, pero sentía agotado mi valor. Sufrí un ataque de nervios y de lágrimas. Me repuse, al fin, y partí.

que V., á pesar de los años, está firme como un roble, por lo cual me prometo que ha de dar conmigo largos paseos á caballo y á pie, y ha de acompañarme á cazar perdices. Tengo dos magníficas escopetas inglesas, que compré en Calcuta, y con las cuales he cazado tigres, tan grandes algunos de ellos como borricos.

Palabra del Dia

creolina

Otros Mirando