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Actualizado: 20 de mayo de 2025
Después de esta carta, parécenos excusado decir á nuestros lectores lo que significan la levita de Andrés y el inusitado movimiento de toda su familia alrededor de su equipaje. Por regla general, á los niños, apenas dejan los juguetes, les acomete el afán, sobre todas sus otras aspiraciones, de hombrear, de tener mucha fuerza y de levantar medio palmo sobre la talla.
En el acto segundo acomete á la Infanta una melancolía profunda, que casi raya en locura, y cuya causa nadie puede adivinar; nada responde á lo que se le pregunta, y, por último, escribe lo siguiente, importunada por los repetidos ruegos del Rey: Yo me casé Con Enrique de secreto, Y en secreto me gozó; Fuese á España, y me dejó, Padre, sin honra en efeto.
La viveza y rústica obstinación, con que se presenta, agradan á los caballeros, y uno de ellos dice ser el ofensor de Mendo; pero la broma termina en tragedia, porque Sancho acomete en seguida al supuesto Payo, y lo tiende muerto á sus pies. No nos es posible extendernos más en la exposición del argumento de esta comedia, y nos limitamos á extractar lo más esencial.
-Deso es lo que yo reniego, señor Sansón -dijo a este punto Sancho-, que así acomete mi señor a cien hombres armados como un muchacho goloso a media docena de badeas. ¡Cuerpo del mundo, señor bachiller! Sí, que tiempos hay de acometer y tiempos de retirar; sí, no ha de ser todo "¡Santiago, y cierra, España!"
Me siento inquieto, pero es una inquietud deliciosa, muy lejana de esa otra dolorosa y amarga que tantas veces me acomete; es una inquietud que corre por mis venas como un bálsamo, que me oprime el corazón dulcemente y me hace dichoso.
Yo tenía idea de que era un hombre seco y desdeñoso en su trato, como suelen ser los calaveras famosos, tal vez por el tedio que les acomete cuando trasponen la edad juvenil. La mayor parte de ellos no le acreditaban como hombre culto y bien educado. Algunos hacían presumir que sus sentimientos no eran muy delicados.
¡Qué libertad ni qué calabazas!... Libertad para trabajar..., ésa es la única que nos hace falta... Caminos, puentes, fábricas, saneamientos de terrenos, ferrocarriles y puertos; eso es lo que pide nuestra desgraciada nación... La libertad que ustedes los progresistas ambicionan es la libertad de morirse de hambre... Cuando considero que si no hubiera sido por la Gloriosa nuestro ferrocarril estaría ya a punto de terminarse, me acomete tal desesperación...
Tiene el campo Juan Sanchez ya poblado De zapicanos muertos con su espada; Un indio le acomete señalado, Con una espada inserta y enhastada. Un bote le tiró por un costado, Y el mozo le responde de estocada, Y aciértale por medio de la frente, Y da con èl en tierra derrepente.
Y entonces me acomete esa curiosidad que inspiran todos aquellos que, viniendo de muy abajo, subieron mucho: los grandes artistas, los reyes del oro, los exploradores que violaron el secreto de las cumbres inaccesibles... y que se traduce en esta pregunta: Diga usted, usted que trepó tan arriba: ¿qué piensa usted del mundo? ¿Hay, en efecto, horizontes que yo no sabré nunca? ¿Qué conoce usted que yo no haya visto?
La cola es como de pescado; y de ella y de los alones de las manos se sirven para andar por tierra: bien que no pueden correr mucho, pero se encaran con cualquiera que les acomete, y alcanzan grandes fuerzas, y vieron tirarse unos á otros por alto, con ser del tamaño expresado.
Palabra del Dia
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